OSAMA BIN LADEN, el terrorista fundador de Al Qaeda, vulneró la seguridad de la nación más poderosa del mundo.
Catorce minutos antes de las siete de la mañana se desató el horror en la ciudad más emblemática de los Estados Unidos.
El derrumbe de las torres Gemelas es la más grande afrenta de que tengan memoria los ciudadanos norte americanos.
Osama Bin Laden estampó su poder en New York.
Las torres norte y sur se vinieron al suelo.
Once de septiembre del 2001.
El mundo fue testigo con las imágenes de televisión que se proyectaron casi de inmediato.
Los testigos del gran siniestro captaron el derrumbe en sus celulares y las compartieron con los medios de información.
Casi tres mil personas fallecieron ese día.
Exactamente fueron 2977, dos mil setecientas cincuenta y tres en la ciudad de la gran manzana, 184 en el Pentágono y 40 en el vuelo 93 que se estrelló en un campo boscoso de Pensilvania.
Ese vuelo pretendían los terroristas impactarlo en la Casa Blanca en Washington.
Los pasajeros lo impidieron y los terroristas se fueron a pique con la nave.
En las torres gemelas murieron 343 bomberos que quedaron atrapados en los pisos del impacto.
Osama Bin Laden fue perseguido por las fuerzas especiales del Presidente George W. Bush, y le dieron muerte el 2 de mayo del 2011 en el pueblo de Abotabbad en Paquistán.
Se dice que su cuerpo fue despedazado y arrojado al mar.
Se cumplió la venganza.
La herida causada al orgullo del gobierno de Estados Unidos, quizá nunca sanará, pero sirvió para no bajar la guardia jamás.
Esperemos que no se repitan estas tragedias en ninguna parte del mundo.
Causan horror en las personas y no se reponen los afectados.
Estuve en New York y visité el lugar que ocupaban las torres.
Hay una fuente y grabados los nombres de los que fallecieron.
Sobre una pared la placa de los bomberos que perdieron la vida.
Se me rodaron las lágrimas.
Una guardia del lugar, me puso la mano en el hombro para consolarme.
“No deje de llorar, yo también he llorado muchas veces”, fue lo que me dijo.
El gobierno de los Estados Unidos aprendió una dura lección, al comprobar que sus defensas carecen de la eficacia que proyectaban al mundo.
Lo seguidores de Al Qaeda reclamaban el cuerpo de Osama Bin Laden y fueron mandados al demonio.
Lo tiraron al mar o lo tienen congelado en algún lugar de los Estados Unidos.
El soldado Robert O´Neill fue el que mató a Osama Bin Laden.
Operación Punta de Lanza fue el código para capturar al terrorista más infame del planeta.
Hasta mañana.
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