Una de las muestras más evidentes de los irresponsables valemadrismos de Andrés Manuel López Obrador y su cuarta transformación es que tenemos ya cuatro años de criminal abandono en la salud “pública”.
Le ponemos comillas porque cada vez más mexicanos tienen que recurrir a clínicas privadas para atenderse, o comprar en farmacias particulares las medicinas que el gobierno no les entrega.
Otra farsa monumental, la repetida cantaleta de que todos los mexicanos tendríamos atención médica gratuita, con todo incluido.
Trabajadores de la salud de Sinaloa laboraron ayer bajo protesta tras hacer público un problema por muchos conocido y que el gobierno un día niega y otro acepta como verdad pero “exagerada”.
La terrible realidad es que nuestros hospitales no cuentan con muchos medicamentos y que además carecen de materiales e insumos indispensables para la prestación del servicio.
Cómo olvidar aquella promesa de que en diciembre de 2019 tendríamos un sector salud igual o mejor que el de Dinamarca.
Aunque se indignen los irresponsables aplaudidores de la farsa disfrazada de esperanza, muchos mexicanos han muerto y seguirán falleciendo por culpa del presidente genocida.
Cirugías que se programan, posponen y vuelven a programar; hasta el infinito y más allá.
Medicinas y tratamientos que a los pacientes les avisan no saben cuándo tendrán.
Los que tienen dinero lo gastan afuera, mientras los pobres empeoran su calidad de vida o esperan simplemente a morir.
México registró durante la pandemia, a nivel mundial, el mayor número de trabajadores de la salud muertos como consecuencia de la pandemia de covid.
Abandonados ellos, sin cubrebocas, guantes y demás equipos de protección.
Con números terribles de fallecidos a nivel nacional.
A López y a los suyos les valió, y les sigue valiendo.
Ya han sido muchos los recortes y el presupuesto 2023 viene todavía más reducido.
Los legisladores morenistas no le moverán ni una coma al proyecto del presidente, porque así se les exige.
No importa que sean muchos miles los muertos por culpa del gobierno, a Andrés Manuel sigue sin importarle.
Sus obras caprichosas y hasta inservibles en las que gasta cientos de miles de millones de dólares tienen la máxima prioridad, y en segundo lugar los programas “sociales” para comprar conciencias y robar con beneficiarios fantasmas.
Un presidente que hace historia como asesino, y que merece un castigo ejemplar como genocida.
PARA LOS NARCICISMOS SÍ HAY DINERO
Terminamos esta columna antes del grito y no sabemos si Lopitos dijo un “¡viva Alito!”.
Lo que sí vimos fueron videos de montones de camiones con acarreados, que aunque lo negarán sabemos que se pagaron con dinero del pueblo.
Para los acarreos y narcicismos políticos, toda la lana del mundo, a fin de presumir lo que lo quieren.
Gente acarreada desde Tabasco y Querétaro, entre otras entidades de la república.
Los niños enfermos de cáncer y demás mexicanos con problemas de salud, que sigan esperando.
Imagine usted si no tuviésemos, como nos dicen, el presidente de la república más humanista de toda la historia.
¿Y QUÉ ESPERAN LOS PRIÍSTAS DIGNOS?
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, dio por terminada la relación de su partido con su símil priísta Alejandro Moreno.
“Deshonró su palabra e incumplió los acuerdos”, dijo el panista.
Las alianzas electorales que puedan existir en el Estado de México y Coahuila, serán sin Alito.
Falta ver qué están esperando los priístas dignos para sacarlo a patadas de su partido.
Con la precisión de que, aunque muchos no crean, en todos los partidos hay buenos y malos; y el PRI no es la excepción.
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