Les dije repetidamente que pecaban de ingenuos a quienes creían que el Congreso de Sinaloa atendería las solicitudes de juicio político en contra del alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y los hechos me están dando la razón.
En su gran mayoría, nuestros diputados locales tienen como única prioridad la de las componendas políticas, y los reclamos de legalidad y justicia terminan casi siempre pasándoselos por el arco del triunfo.
Ferreirón emuló a Fernando Valenzuela y lanzó un poderoso screwball que puso a temblar a Rubén Rocha Moya al señalar que no ganó con legitimidad la elección para gobernador, y al secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, con un montón de ilegalidades y abusos de poder a su paso por el Supremo Tribunal de Justicia.
El presidente municipal culichi advirtió que su pecho no es bodega y que si lo quieren enjuiciar políticamente soltará toda la sopa, aderezada con chiles habaneros.
Cansados de esperar, los inconformes hacen bien en presionar al congreso local aunque desde el tercer piso se ordenó no perseguir al alcalde.
No descartamos que las cosas pueden cambiar, pero la decisión que se tome seguirá siendo política.
DESABASTO DE MEDICINAS
En todo este gobierno ha sido recurrente y criminal el desabasto de medicinas, así como la desaparición de tratamientos especializados incluso para enfermos graves.
De las maromas que vimos repetidamente con los anuncios de que el problema se resolvía “la próxima semana”, sin que los medicamentos llegaran, el gobierno tuvo que cambiar los atoles para continuar engañando a los mexicanos.
Ahora se anuncia que los fármacos llegaron, mientras en los hospitales públicos el desabasto sigue, y se reduce cada vez más el listado de medicinas a surtir para “mejorar” el cumplimiento de las recetas.
Para explicarnos mejor, hasta hace poco le recetaban algo que no le daban, y ahora le dicen que se deja de surtir por lo que no se lo recetan y le advierten que lo tiene que comprar.
¡Y ya no hay desabasto!
RIFA DE VUELOS
¿Qué éxito puede haber en un costosísimo aeropuerto que ni vuelos tiene, cumplido ya más de un mes desde su tan cacareada “inauguración”?
La respuesta resulta muy ilustradora: es un “ejemplo mundial”, nomás porque los verdaderos traidores de la cuatroté tienen siempre sus otros datos con los que se burlan de la realidad, con un presidente que en puros caprichos pendejos se gasta los dineros del pueblo.
Cualquier rato ponen a rifar los boletos de avión, al cabo que no faltan los fanáticos listos para comprar aunque ni les entreguen los premios.
La solución de este y de muchos problemas está en nuestras manos: hay que mandarlos a volar, pero rapidito.