Porque estoy obligado en aras de la verdad y de la justicia, le contesto al PAS traidor.
Dije en mi columna de ayer y en otra publicación que los diputados pasistas Víctor Antonio Corrales Burgueño y Jesús Angélica Díaz Quiñónez votaron a favor de la cuenta pública 2023 del gobierno estatal.
Consideré y sostengo que esos dos votos son una infamia.
Particularmente en el caso de la hoy viuda de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
No admitieron mis críticas y me insultaron por decirles una verdad que les incomoda.
Algunas reacciones fueron muy rabiosas.
Como viles chairos, me descalificaron y exigieron apego absoluto a sus ocurrencias y actos de fe.
En algunos grupos de whatsapp sostuvieron la estupidez de que “Partida está a favor de Rocha”.
De ese nivel los fanatismos y las anencefalias de los lambiscones uaseños.
Como mi pecho nunca ha sido bodega, no puedo dejar pasar las descalificaciones, porque se las creen.
Me dijeron corrupto, pues según ellos cobré para “difamar” a la legisladora.
Que soy un periodista de lo peor, inventando historias sólo para “monetizar”.
Hasta de ser poco caballero, porque según le falté al respeto a una dama.
Y si se llevan, aguántense.
Poco después de mis expresiones de repudio, el Partido Sinaloense hizo una publicación en su cuenta del facebook.
Detallaré algunos de sus argumentos, y los refutaré.
Comienzan aceptando el voto a favor.
“El voto del PAS a las cuentas públicas fue razonado: apegado a las leyes en materia fiscal y a los datos contenidos en los informes de las cuentas públicas”.
Más adelante, una declaración atribuida al coordinador Corrales Burgueño: “los indicadores reflejan, en términos generales, una gestión pública eficiente, un avance significativo respecto a épocas pasadas en las que los señalamientos de irregularidades eran frecuentes y contundentes”.
Aunque usted no lo crea, los del PAS casi le ponen un depa y un Oxxo al gobernador.
Absolutamente de locos ver que ahora señalen como ejemplo de verdad a esa Auditoría Superior del Estado que montones de veces acusaron antes de estar al servicio de los corruptos morenistas.
Varias versiones existen sobre cómo fue que en el Partido Sinaloense llegaron a estos tan ridículos arrodillamientos.
Cobardías, traiciones, valemadrismos, burlas descaradas contra los pasistas y todos los sinaloenses.
Recordemos que en numerosas conferencias de prensa, Héctor Melesio Cuén Ojeda informó sobre denuncias presentadas contra el gobernador Rubén Rocha.
Se presentaron documentos probatorios de las raterías.
Y en muchas de esas ruedas de prensa estuvieron presentes quienes hoy son diputados y acaban de votar a favor de la “honestidad” del gobernador.
Hoy vemos al PAS y a sus diputados Angélica Díaz y Víctor Corrales diciéndonos que Cuén y el PAS nos mintieron antes.
Que lo de las corrupciones de Rubén Rocha fueron puros inventos de Héctor Melesio.
Según los dos legisladores pasistas, repitamos, Rocha Moya tiene “una gestión pública eficiente”, lejos de los tiempos de antes en que las “irregularidades eran frecuentes y contundentes”.
La contradicción está ahí, en los hechos del antes y el ahora.
Tenemos que ser más precisos en cuanto a nuestra consideración de que todo esto es una infamia tremendamente mayúscula por parte de los dos diputados y de ese partido.
Todos sabemos, incluidos don Víctor Antonio y doña Jesús Angélica, que Rubén Rocha mató o mandó matar a Héctor Melesio Cuén.
Aplaudirle y arrodillarse ante el asesino pisotea la memoria del maestro.
Por más maromas que den y por más atoles que repartan dizque en busca de la “gobernabilidad”.
No sirve el pretexto de que Rocha se atreve a todo.
Que debemos entender las cobardías porque implican arrodillamientos necesarios para proteger la vida personal y las de sus familias.
Repito lo que ayer señalé: si tienen miedo, lo mejor es que renuncien y se vayan a la tranquilidad de sus hogares.
Que le dejen el lugar a quienes sí quieren luchar por la verdad y que sí queremos que se castigue a los asesinos de Héctor Melesio.
O que salgan del clóset y se acepten como cobardes y abyectos de don Rubén.
Quien esto escribe ha sido amenazado por sus exigencias de justicia en el asesinato de Melesio Cuén, pero nunca hemos desistido.
Algunos cercanos al maestro prefieren que el crimen siga impune.
Que ya no se investigue más, y que nos olvidemos que lo asesinaron.
Ninguna falta de respeto existe en decir estar verdades, que son irrefutables.
Por lo que está sucediendo, estos dos legisladores ya son considerados por el pueblo como traidores.
El comunicado del Partido Sinaloense los exhibió también como cínicos y desvergonzados.
Enfaticemos que el periodismo debe ser crítico y no de complacencias.
No estamos en un concurso de simpatías, queriendo quedar bien ante los demás.
Imposible que todos pensemos lo mismo, pero exigimos que las descalificaciones en contra de lo que decimos se acompañen de argumentos.
Vayamos a un punto algo escabroso y delicado.
Porque llegan a lo más íntimo de ambos, nos hemos guardado detalles relevantes respecto de los silencios, omisiones y presuntas complicidades de los dos legisladores en torno a los hechos ocurridos el pasado 25 de julio.
Nos obligarán a abundar, si los lambiscones uaseños continúan con sus rabias y sus agresiones.
Si quieren que sea más rudo, lo sé hacer.
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/altoparlante/.