Se tiene que grabar muy bien en el cerebro hasta donde quiere llegar un político y jamás apartar la vista de su objetivo.
Sabemos que hay tiempos y circunstancias que pueden ser impedimento para concretar la tarea personal fijada de antemano.
Pero hay algo que jamás debe perderse de vista.
Hasta el último suspiro para conseguir lo que se anhela en la vida.
Tres ejemplos:
dos de éxito y el otro de frustración.
Renato Vega Alvarado luchó hasta el cansancio para convertirse en candidato del PRI y luego ganar la gubernatura.
Juan s. Millán que siempre me manifestó que su sueño era ser Gobernador y jamás pensó en sustituir a Don Fidel Velázquez.
El Ing. Lauro Díaz castro se nos fue de este mundo sin haber llegado a la gubernatura, a pesar de ser de los mejores hombres y con muchas cualidades que hubieran engrandecido a Sinaloa.
Esa es la política, sus tiempos y circunstancias.
En los corrales de la cuarta transformación hay personas de izquierda de bellísimos pensamientos y que son de los grandes afectos del Gobernador Rocha Moya.
Mi consejo será muy claro y exacto:
Que su objetivo siempre se encuentre encima de las nubes.
Que le hagan saber al Gobernador sus intenciones.
Que se mantengan en un plano discreto, pero a la vez que estén visibles y de cara a la sociedad y al amigo que gobierna.
Siempre aspirar a lo más alto.
Jamás ser conformista y tampoco perverso.
Empático con la ciudadanía y ser factor de unidad en torno del gobierno de nuestro Estado.
Buscar establecer ligas con los diversos grupos políticos y respaldar a las cabezas de ellos para que lo consideren digno de seguirlo.
La creación de liderazgos estatales es sumamente importante.
Se tiene que mover en los diversos sectores con propiedad y elegancia.
Los tropezones son muy dolorosos, por lo que deben rodearse los baches o mandar taparlos.
Que la soberbia se ausente de sus entornos.
Formar un grupo de colaboradores que entiendan sus propósitos y distribuyan las responsabilidades con equilibrio y sabiduría.
No se dejen acercar gusanos quemadores.
Rocha Moya tiene uno y es del Rosario.
A esos hay que aplastarlos y aventarlos a la basura.
Andrés Manuel nombra como corcholatas a sus posibles sucesores.
A los que quieran ser Senadores en el 2024 los llamaría cartas de la baraja del Gobernador y los externos.
Platiqué con uno que me cuadra para que busque el Senado y es del establo de Rocha Moya.
Gerardo Vargas Landeros y Melesio Cuén Ojeda son considerados por la clase política como fuera del corazón del que manda en Sinaloa.
Ambos son muy buenos amigos y muy tesoneros.
Así le aconsejé ser a mi reciente interlocutor.
Hasta mañana.
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