Un deporte de rapidez asombrosa y me llama a la cordura para que use lentes.
No hago caso del llamado de la naturaleza y me pierdo con frecuencia los mejores tiros.
Hasta cuándo entenderé que todo por servir se acaba.
No me salgan con el cuento de que Claudia Sheinbaum juega tenis y por eso sus pelotas nos sacaron el aire.
Mienten los que la atacan.
Que es una pobre señora sí es verdad, pero no es motivo para que barran y trapeen el piso con su prestigio.
Llegar a la cúspide implica sacrificios.
Se necesita ser estoico para soportar los vendavales que significa estar al frente de un gobierno.
Calienta que la llamen pelele.
Lo mismo dijeron de Lázaro Cárdenas y ya ven cómo se le quiere al que nacionalizó el petróleo.
Mi general Cárdenas se convirtió en detonante del desarrollo de México y repartió tierras a lo pendejo.
Dirán que repartió lo ajeno y que no enseñaron a trabajar a los que recibieron su parcela.
Ahora ya no hay ejidos.
De nombre sí los hay, pero la tierra volvió a las manos de los grandes acaparadores que las han comprado.
De nuevo terratenientes pero disfrazados de caperucita roja.
Las urnas de votación hasta la madre de calor y soledad.
Luego dirían que votaron el 13 por ciento de los empadronados y se consideró como jornada gloriosa.
Es el tenis que dicen practica Claudia Sheinbaum
Nos deja viendo fantasmas y transforma el abstencionismo en la mejor jornada electoral de la historia.
No la contradigan y la llamen loca.
Así es ella feliz y quiénes somos para borrar su gesto de satisfacción que en sus mañaneras apreciamos.
Viva la revolución cubana.
Que viva la opresión que vive Venezuela.
Vamos para Nicaragua que volamos.
Me dio gusto que reapareciera nuestro moderno Benito Juárez.
Votó el mendigo Andrés Manuel.
Ya asomó su odiada figura y nos mostró que sigue en México y que le seguimos pelando los dientes.
No importa.
El tenis es pelota que va y viene.
Ya tendremos mejor raqueta los inconformes.
Insisto:
No llamen pelele a Claudia Sheinbaum.
No la ofendan, aunque tenga bien ganado el epíteto.
Es deporte que mide mi vista.
Jodido estoy y no uso lentes.
Hasta mañana.
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