Con el chaquetas al frente, el power gay y los acosadores sexuales van por todo el poder electoral con la protección del gobernador arcoíris Rubén Rocha Moya.
Ahora mismo tienen los controles de los tres poderes de Sinaloa, pero quieren más, más y más.
Cabezas muy visibles son el secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázarez; el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Feliciano Castro Meléndrez, y el presidente municipal de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil.
Los tres quieren primero ser senador de la república y luego suceder a quien increíblemente confesó que protege a acosadores sexuales.
La lista de la diversidad es muy larga, ampliada tremendamente con la llegada de algunos de los que renunciaron a sus anteriores partidos políticos.
Hay de todo.
Algunos salidos del closet y otros que casi todo mundo sabe que les encanta el arroz con popote pero públicamente se fingen heteros.
Reiteremos nuestro respeto a las preferencias de cada quien, todos con el derecho de ser felices de la manera como mejor les parezca.
Nuestros comentarios en el Altoparlante de hoy se relacionan con las complicidades políticas que son muy evidentes.
Las protecciones a quienes son abusadores y acosadores sexuales.
Eso es lo que no se vale.
El pronóstico de quien esto escribe es que se harán pedazos entre sí.
Serán la risión de muchos, por las balconeadas que ellos mismos aplicarán contra quienes consideran contendientes a pesar de estar en el mismo partido, Morena.
Particularmente los que no ocultan sus preferencias, tirarán sus dardos envenenados contra los que engañan a sus familias y a la sociedad.
Ya ha sucedido, y lo veremos de nuevo.
Porque se siente el más poderoso y los demás lo querrán bajar de las nubes, Enrique Inzunza Cázarez será la víctima preferida.
Ya comenzaron con un video, y es casi seguro que resulta apenas el comienzo.
Se le conocía como el camisa rosa, y ahora es el chaquetas.
Puede Inzunza evitar los madrazos, saliendo del clóset.
Confesar que le encantan los varones puede servir como “vacuna” contra los próximos ataques.
¿Se animará?
Difícil que suceda, pero tampoco es imposible.
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