Tenemos un México con gobierno rico y pueblo muy pobre.
Esa es la triste realidad, con un presidente de la república que despilfarra cientos de miles de millones de pesos a obras públicas inservibles.
Ahí están el aeropuerto sin vuelos, la refinería que no refina y el tren maya declarado como asunto de seguridad nacional, con numerosas ilegalidades y violaciones de los derechos humanos.
Al pueblo nos recetaron primero un montón de recortes presupuestales y eliminación de programas sociales y productivos.
La austeridad republicana, nos dijo entonces Lopitos.
Hoy pasamos a la pobreza franciscana, pero con explicación exclusiva para el pueblo y principalmente para los más pobres.
El presidente vive en un palacio; su familia y la pandilla cuatroté con lujos muy ofensivos.
Para el gobierno y los caprichos presidenciales, todo el dinero que se pueda.
Para el pueblo, recortes y más recortes.
Las propias estadísticas oficiales, con todo y las manipulaciones acostumbradas, nos señalan que el número de pobres ha crecido notablemente durante el gobierno que presume tiene como su premisa principal combatir a la pobreza.
El detalle es que mientras más pobres existan, más potenciales cautivos habrá para que sigan votando por la farsa disfrazada de esperanza.
NO MERECE NI UN VOTO
Luego del infame “yo tampoco confío en usted” a la madre de una mujer desaparecida, Adán Augusto López Hernández remató con la burla del “tengo mi conciencia tranquila”.
Quiere ser presidente de la república y pinta por ahora como la corcholata preferida.
Así están las cosas tras la caída de Claudia Sheinbaum y un Marcelo Ebrard que está de relleno.
El canciller no pierde la esperanza porque parece tropezar menos que sus potenciales contendientes.
Del secretario de gobernación, ha demostrado sobradamente que es no solamente un irresponsable sino además un delincuente confeso y cínico.
Recordémoslo en el avión de las fuerzas armadas, acompañando a dirigentes de Morena.
El uso de recursos del gobierno en campañas electorales, sin recato y con total impunidad.
Ahí tenemos también su necedad de violar los ordenamientos electorales.
Al cabo que pronto va a desaparecer el INE, dijo el rufián.
Difícil pensar que puede ser peor que Lopitos, pero está demostrando que por falta de ganas no va a quedar.
¡CORRIGE GOBIERNO DE SINALOA!
Por fin corrigió algo el gobernador Rubén Rocha Moya, que ordenó no usar el color de su partido en el calzado deportivo que se regalará a estudiantes de Sinaloa.
He dicho que nunca es tarde para comenzar a corregir, y esperamos que no sea flor de un día.
¿Y si corren al director de Deportes y a la subsecretaria del bienestar que robaron dinero del pueblo al cobrar en el gobierno sin trabajar?
Soñar no cuesta nada, porque han demostrado que les vale robar y dejar robar.
SIGUE LA COMPLICIDAD OFICIAL
Ya terminaron las vacaciones, y nadie en el gobierno ha elevado la menor indignación por la liberación de un pedófilo millonario.
Existe no solamente el silencio oficial, sino además la complicidad.
Callar ante algo tan repudiable merece la misma condena.
Por fortuna, la familia de una de las víctimas del violador Edvin Jonsson Gavica apeló de inmediato la resolución de la jueza Maricela Pérez Elenes.
Esperamos que este acto de corrupción se revierta, y que se castigue a la jueza por su infamia y por su descaro.
Apresar nuevamente al delincuente parece mucho más complicado, porque lo reportan como “desaparecido” y es casi seguro que esté fuera de Sinaloa y del país.
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