Continuación…
Ciertamente, la figura y el legado de Colosio han trascendido el ámbito de los partidos y los protocolos de la identidad política… es decir, los creados por el hombre en sociedad.
El recuerdo de Luis Donaldo Colosio como ser humano, como líder… como amigo, prevalece como el gran cemento unificador de mentalidades diversas, propias pero con una identidad común: la cultura del esfuerzo.
El ‘nuevo militante’ de cualquier partido político, se puede decir que se forjó en esos años de consolidación del nuevo sistema político mexicano; un nuevo militante o cuadro que ha tenido que aprender a reconocer al oponente electoral y a convivir con él dentro del marco de la lucha legal y genuina por el poder; un sistema “modernizado”, surgido al calor de la exigencia internacional pero inspirado sobre la base de la exigencia propia, de parte de un gobernante (Carlos Salinas) que atendía su propia idea de “estándar internacional de competitividad” en todos los órdenes… hasta en el plano político.
Así mismo se forjó –con Colosio al frente del partido mayoritario en México- una nueva clase dirigente, integrada por jóvenes y figuras emergentes, nuevas en la palestra algunos y otros -aunque jóvenes también- con mucha experiencia y valor.
Esa nueva generación, que se ha hecho madura al paso de los años, ha permanecido leal al proyecto democratizador de México impulsado por Luis Donaldo, acaso trunco por el vaivén de la alternancia… o ¿Acaso trunco por el propio marasmo y descuido de los opositores ideológicos e históricos a Colosio Murrieta y a su PRI…que quizá no es el PRI que sobrevivió y creció en el embrionario siglo 21?
¿Será así?…¿Qué hay de esto?
Una generación de políticos y servidores públicos con mística de servicio, con preparación… con esa “cultura del esfuerzo” a cuestas, con el “atributo” del anonimato pero nunca de la ignominia… acuden cada 23 de marzo sin falta y con devoción a honrar la memoria de Luis Donaldo Colosio, colocando ofrendas florales a algún monumento de quien fuera el candidato a la presidencia de México por ese partido, asesinado ese día de 1994.
Así se registra en Tijuana, Baja California, en la explanada de la colonia Lomas Taurina, al pie del monumento alusivo al nacido en Magdalena de Kino, Sonora, donde se colocan ofrendas con mensajes tan significativos… pero sobre todo tan vigentes hoy día como: colocaron una ofrenda floral con la leyenda ¨Somos producto del esfuerzo y no del privilegio¨.
Aunque también se ve en muchos monumentos, plazas, bulevares y rincones del país, que llevan el nombre del sacrificado candidato priísta a la Presidencia.
En Sonora, en Sinaloa, en Nuevo León, en Jalisco, en Veracruz, en la CDMX… en todo el territorio nacional.
Y así como son millares de seguidores los que no tienen cargo ni responsabilidad; ni son conocidos por los columnistas y reporteros; pero los hay también “colosistas” que han logrado consolidar carreras políticas muy exitosas, en el PRI…. Y fuera del PRI… en otras opciones.
Quizá no falte mucho para que un “colosista”, de algún partido político actualmente, del PRI o no, sea Presidente de la República.
Al final, el ejemplo de probidad, preparación, patriotismo y los ideales de honradez de Colosio, trascienden a los partidos políticos y que son tan vigentes, que se desprende de ese extraordinario discurso que Colosio dijo en el Aniversario del PRI en 1994 y que sigue retumbando en cada rincón de nuestro país y en la conciencia de los mexicanos.
Esas nuevas generaciones de seguidores y de cuadros dirigentes como militantes del PRI aquel de Colosio y muy probablemente de otros partidos también, querían… y quieren cambiar a la nación, ¨han pasado los años y los ideales de Colosio siguen siendo el anhelo de una nación que clama, cese a la corrupción y a la impunidad¨.
Porque fue Colosio quien claramente se pronunció por que los programas sociales no fueran vistos como dádivas.
Y aunque si bien es cierto que muchos de ellos renunciaron ya a la militancia priísta y han enriquecido las filas y la oferta ideológica de otras alternativas electorales, lo cierto es que al final, “sólo renunciaron a sus compromisos institucionales… más no a nuestra ideología, no a nuestros ideales, por ello nos identificamos con Colosio, porque somos producto del esfuerzo y no del privilegio como han manifestado reiterada y convencidamente, fuentes priístas.
Verbigracia:
Agustín Basave Benítez: Llegó a ser dirigente nacional del PRD; hoy sin partido. Destacado intelectual neolonés, que ha ostentado importantes cargos al seno de su alma máter, el Instituto Tecnológico de Monterrey. Ha sido legislador federal (por el PRI), entre otras cosas.
Alfonso Durazo Montaño: Alcanzó la gubernatura de Sonora por Morena. Antes fue un connotado panista y por supuesto priísta en sus orígenes. En su desarrollo administrativo, fue Secretario Particular y subdirector General del CREA, bajo el mando de su amigo y también connotado priísta y “colosista”, Heriberto Manuel Galindo Quiñones. Después fue subdelegado en Cuauhtémoc. D. F., bajo el mando del desaparecido y también colosista Enrique Jackson Ramírez. Luego fue secretario particular y vocero presidencial del C. Presidente de la República, el panista Vicente Fox Quezada.
Samuel Palma César. Joven y brillante exponente del grupo político de Luis Donaldo Colosio; fue siendo muy joven, el último Coordinador General de Asesores de Colosio Murrieta y actualmente es Presidente de la Fundación Colosio del CEN del PRI. El doctor Palma César también encabeza la lista de candidatos a diputados federales plurinominales por la Quinta Circunscripción electoral. Es altamente posible que arribe a ese cargo y sea un fiel representante de su partido y del “colosismo” en la 66 Legislatura Federal.
Jaime Martínez Veloz, exdelegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Baja California durante la gestión de Luis Donaldo Colosio como titular de la dependencia en tiempos de Carlos Salinas de Gortari; militó fugazmente en Morena y actualmente es candidato a Diputado Federal en el distrito asentado en Tijuana, B. C., por el PRD.
Pero así mismo, existen casos de connotados priístas que han permanecido leales a su ideología pero que en clara lealtad a su formación y a sus valores, siguen militando en el PRI y siguen profesando lealtad y compromiso con la memoria y el legado de Luis Donaldo Colosio, al igual que los anteriores casos:
Heriberto Manuel Galindo Quiñónez, exfuncionario público federal, excónsul General de México en Chicago, exembajador de México en Cuba, dos veces diputado federal, actual Senador de la República (en todos los casos por el PRI) y miembro de la dirigencia nacional del PRI en numerosas ocasiones; político congruente con acendrados valores sobre la amistad y la fidelidad grupal como institucional.
También existen otros elocuentes ejemplos, como el de Beatriz Paredes Rangel, por supuesto que también con brillo propio, que ha tenido todos los cargos “habidos y por haber” en la administración pública federal y en los planos legislativo y del Poder Ejecutivo local de su entidad, Tlaxcala, nunca ha dejado de reconocer que Colosio fue un líder indiscutible de su generación.
De igual forma, el propio Manlio Fabio Beltrones, también con brillo propio, es un político oriundo de Sonora y de la misma “camada” política que Luis Donaldo, que fue Gobernador de su entidad natal y Presidente Nacional del CEN del PRI, que siempre ha reconocido, despojado de cualquier forma de soberbia, con la humildad que sólo los grandes tienen, que Luis Donaldo fue su amigo y su ejemplo a seguir indiscutible… no le regatea ni un ápice a su liderazgo y por el contrario lo ha honrado desde mucho antes de aquel fatídico 1994, con sus acciones y actitudes en defensa de la democracia y la dignidad priístas.
Como se ve, las ideas de Colosio…prevalecen al paso del tiempo…
El “colosismo” sigue vivo.
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