Vaya madrazo el de la senadora priísta Paloma Sánchez en contra de la UAS, donde con toda la razón tronó contra los “cobardes de poca vergüenza y sin dignidad”.
En un mensaje en la red X, la senadora expresó lo que muchos prefieren callar por temor a que les quiten la chamba.
“No tiene ni un año que asesinaron al Mtro. Héctor Melesio Cuén y muchos de quienes se beneficiaron de él, que le deben toda su carrera a él, hoy le juran lealtad y servidumbre a quienes persiguieron al maestro hasta el último día de su vida”.
Muy duras palabras, pero completamente ajustadas con la triste realidad de eso que nos presumen como “la nueva universidad”.
Es exactamente lo mismo que pensamos muchos miles de sinaloenses.
No hay pudor en los arrodillamientos, en las cobardías y en las complicidades por parte de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Con órdenes directas del rector Jesús Madueña Molina, de que aunque algunos odien a Rocha, se le debe aplaudir delante de los demás.
Lo vimos durante el acto de ayer, en su informe y rendición de protesta para un nuevo período más.
El rector no citó para nada el nombre de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Exigir justicia por su asesinato, pues menos.
Ahí cerquita estaba el asesino, al que le aplaudió y casi lo besa delante de todos.
Por eso es de lo más ridículo que se nos presuma que la UAS vive grandes momentos.
Qué fregado legado nos dejan quienes hoy tienen a la rosalina institución de rodillas ante quienes la persiguieron y atacaron con todo.
Creen que es cosa muy bonita enseñar a los universitarios a comportarse como cobardes y como seres humanos sin dignidad.
A pasos agigantados, ya hacen historia como lo peor de las autoridades en la universidad.
TOTAL COMPLICIDAD DE CLAUDIA CON EL NARCO
Cumplimos hoy nueve meses de guerra y de complicidades con el narco por un gobierno que en los insultantes otros datos asegura que vamos bien.
Todos los días son muchos los asesinados y los delitos cometidos, incluso contra inocentes, mientras oficialmente nos siguen diciendo que en Sinaloa se vive perfectamente bien.
La última infamia, a la vista de todos, es la “investigación” que terminó en declarar completamente inocentes y sin cargos a los siete policías detenidos por el zafarrancho del lunes pasado en una clínica privada de Culiacán.
Recibieron a balazos a policías estatales que fueron ante el informe de civiles heridos en ese hospital.
Portaban armas de uso exclusivo del ejército, lo que es ilegal; entre los detenidos estaba por lo menos un policía que trabajó como escolta de Joaquín “El Chapo” Guzmán; se confirmó que custodiaban, también fuera de la ley, a dos civiles heridos.
Pero no se encontró ningún delito, porque así lo ordenó la narco presirvienta de la república.
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