Por lo menos en lo que a quien esto escribe toca, la presidenta Claudia Sheinbaum teme que Rubén Rocha la llene de mierda.
Tienen rato amenazándolo desde palacio nacional, pero el gobernador de Sinaloa resiste con la amenaza de que no se irá solo.
Si no hay un buen arreglo, advierte que no tendrá otra opción que la de soltar las sopas de lo que sabe sobre las componendas de Morena con los narcos.
Amor con amor se paga, traición con traición se paga.
Imagínenlo declarando como testigo protegido en Estados Unidos, o acá mismo como venganza.
Una declaración de Rubén Rocha puede pegar más que lo que diga, por ejemplo, Ismael “El Mayo” Zambada.
Terminarían totalmente embarrados de excremento Andrés Manuel López Obrador y Sheinbaum Pardo.
Ahí está el meollo del asunto.
A lo largo y ancho del país hay asombro porque Rubén Rocha Moya continúa en el cargo cuando está completamente demostrado que es un delincuente.
Lo vemos en muchos medios de comunicación, en columnas y artículos de análisis.
Periodistas alineados a la cuatroté en medios “nacionales” tienen a don Rubencito como palo de gallinero.
Acá en Sinaloa tiene muchos remedos de comunicadores lambiscones, pero el escándalo crece.
Doña Claudia lo tiene bien identificado como narco y asesino, pero le sigue ganando el miedo a las salpicaderas de estiércol.
La papa caliente pasó hace rato a papa ardiendo y ahora es caca ardiendo.
No es solamente la exhibida de la presidenta por su complicidad, sino por el ridículo en que se ha puesto junto con su gobierno.
Presirvienta, dictadora, narca, desvergonzada.
Pésimo comienzo, y lo peor de todo es que parece valerle madres.
DESMIENTE JUEZ A LA FISCALÍA FEDERAL
Hablando de ridículos, otro a nivel nacional de la Fiscalía General de la República.
El juez de control Alejandro Alberto Díaz, del Centro de Justicia Penal en Culiacán, acusó a la FGR de mentir de manera descarada.
No hubo rechazo a emitir órdenes de captura por los hechos ocurridos el 25 de julio pasado.
La fiscalía federal retiró su petición, informando que se modificarían contenidos de la denuncia.
Se sabe ahora que inicialmente se aseguraba que la sangre encontrada en Huertos del Pedregal no era de Héctor Melesio Cuén Ojeda, con el cambio ya conocido de que sí lo son.
Descarada mentira lo de la negativa de librar órdenes de aprehensión, según lo dicho por el juez.
Se confirma que el gobierno y su fiscal empujan contra Rocha y luego reculan, amenazas y chantajes de por medio.
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