Como nunca antes, peor incluso que con el narco peje, Claudia Sheinbaum está completamente doblada y cooperando con los Estados Unidos.
Los acuerdos públicos exhiben que nuestra soberanía y nuestra independencia son de atole, pero hay más de lo que se reconoce y se pretende ocultar.
Es el caso por ejemplo del avión estadounidense de guerra que recorrió costas mexicanas.
Se trata de una aeronave que se utiliza en misiones de inteligencia electrónica para brindar apoyo militar.
Hay registro oficial de dos recorridos por costas mexicanas, con la maroma del ejército de que “voló en aguas internacionales”.
Previamente se anunció desde el Senado de la República el permiso para que militares de Estados Unidos operen en México con sus armas y equipos.
Doña Claudia completamente doblada y cooperando, por más que nos digan que volvió a poner en su lugar a Donald Trump.
Quedó pendiente por un mes la aplicación de aranceles a productos de exportación mexicanos, con la puntualización de que se mantiene la acusación gringa de que “los cárceles de la droga tienen una alianza intolerable con el gobierno de México”.
Cooperas o cuello, es la traducción que le aplica a la presidenta de la república.
Cuánto nos presumieron en las mañaneras que todo estaba previsto y controlado, y que no había de qué preocuparnos.
Y van de doblada en doblada, de ridículo en ridículo.
Eso pasa no sólo porque son muy ineptos, sino también muy hocicones.
Diez mil soldados adicionales a cuidar la frontera… al servicio de Estados Unidos.
Con el atole de que los gringos harán lo posible para evitar la entrada de armas a nuestro país.
Colaboración y quedamos a mano, según.
¿Hay aviones y policías o militares mexicanos operando en territorio estadounidense? Para nada.
No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para entender quién dobló a quién.
Con la pregunta de cuánto aguantará Sheinbaum para entregar, por ejemplo, al asesino Rubén Rocha.
LA VITACILINA Y LA DOBLE MORAL CHAIRA
Furiosos y destilando rabia se pusieron ayer algunos chairos y defensores enmascarados de la cuarta transformación por nuestra publicación de que doña Claudia opera el “plan V” de vitacilina.
Varios se tiraron al suelo y la llorona les dio bola.
Alegaron que fue un insulto muy grave, pero tuvieron respuesta de varios.
Contundente, el recordatorio de las miles de veces que los chairos nos dijeron “úntense vitacilina”.
Olvidaron que Andrés Manuel López Obrador lo hizo incluso durante sus mañaneras.
Si lo hace el gobierno, no hay problema; si se procede con lo mismo frente al gobierno, no se vale.
Y tienen la desfachatez de acusarnos de parciales y poco éticos.
Hipócritas de doble moral, muy celosos de la honra y muy desentendidos del gasto.
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