“La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Frase de Fiódor Dostoyeski.
Cayó Ovidio Guzmán. Esa fue la noticia mundial el día de ayer. Todo mundo la comentó y siguió los hechos violentos que minuto a minuto se suscitaban en Culiacán y otras ciudades de Sinaloa.
Culiacan en llamas titulaban algunos noticieros nacionales a la respuesta del narco tras la detención de Ovidio Guzmán.
El Culiacanazo 2.0 era otra forma de identificar a la demostración de poder del narco y sobre todo del Cártel de Sinaloa o también llamado Del Pacifico o Chapiza.
Y porque el Culiacanazo 2.0?, muy sencillo. Era la segunda ocasión que fuerzas federales aprehendían a Ovidio Guzmán y era la segunda ocasión que el narco incendiaba y se apoderaba de la ciudad de Culiacán.
En la primera ocasión, el narco doblegó al gobierno y logró que el presidente – según sus propias palabras- ordenara la liberación del capo.
En esta segunda ocasión algo fue diferente. También se detuvo al capo, también se incendió la ciudad de Culiacán y las otras principales ciudades de Sinaloa, pero ahora no se liberó a Ovidio Guzmán.
Hoy la detención del hijo del Chapo Guzmán ya es noticia vieja, pero no una noticia acabada. Hay muchas preguntas que seguramente en los próximos días tendrán respuesta.
Sin embargo, hay una pregunta clave en el ambiente y que ya muchas analistas se hacen. Se rompió la alianza entre gobierno y cártel de Sinaloa que se mostró en las elecciones del 2021 y se presumía por la nula acción gubernamental hacia ellos? La respuesta a esa pregunta puede explicar muchas cosas de las diferencias vistas entre el primer Culiacanazo ocurrido en Octubre de 2019 y el Culiacanazo de ayer 5 de enero del 2023.
Si en verdad se rompió la alianza, habría ocurrido el derrumbe de uno de los 3 pilares que sostienen políticamente al Presidente López Obrador y uno de esos pilares que lo hace acariciar su sueño de mantenerse en el poder más allá del 2024.
Pero eso es, lo que está por verse.
Hoy en día es solo una pregunta que flota en al aire. Los hechos venideros darán la respuesta.
1.- Ayer fue diferente al “Culiacanazo” del jueves negro del 2019. Ayer se incendió de nuevo la ciudad de Culiacán mientras la gente dormía. Fuerzas especiales detuvieron -otra vez en jueves- a Ovidio Guzmán. Ayer se dice, si lo agarraron y no lo soltaron.
Hasta altas horas de la noche, las autoridades presentaron las primeras imágenes de un Ovidio que se ve diferente a la imagen del Ovidio del 2019. Luce con más peso y barba cerrada.
Hubo columnistas como Ricardo Alemán que abrazaron la sospecha de que no se trate del verdadero Ovidio. Se va a saber.
2.- Sin embargo, había muchas razones para creer que el verdadero Ovidio si es el detenido.
Es más, nadie lo dudaba. Era la misma película vivida en el 2019 cuando se le detuvo y se le liberó.
La ciudad estaba sitiada. Los accesos o salidas estaban bloqueadas con camiones o carros incendiados.
Los delincuentes eran los dueños de las calles y de la ciudad.
La ciudad de Culiacán, era una verdadera zona de guerra. Los videos de las balaceras se difundían al por mayor y lo mismo sucedía con los que mostraban el cómo la delincuencia era la dueña de la situación. Todas estas evidencias de lo que vivía Culiacán y Sinaloa, inundaban las redes sociales.
3.-Pero que fue lo diferente en este jueves negro del 5 de enero al de Octubre de 2019.
Hay varios detalles que marcan una diferencia, sin embargo hay una que acapara la atención. En el 2019 pocos acuñaban la hipótesis de un pacto o alianza entre el Cartel de Sinaloa y el gobierno de Andrés Manuel. Hoy, hasta el gobierno Gringo habla de ella.
Por eso la pregunta clave que espera respuesta. Se rompió la alianza? Obligaron al gobierno federal a romper la alianza? Cuales serán las consecuencias en caso de que eso sea realidad?
De la respuesta a esta simple pregunta depende el futuro de la 4T, de Morena y del propio Presidente Andrés Manuel y su familia. Así de grueso.
4.-Hoy en su Mañanera, el Presidente Andrés Manuel asumió la responsabilidad -lo cual no es común en él- de aclarar que en la detención de Ovidio no participaron fuerzas especiales gringas y que fue un operativo exclusivo de las fuerzas armadas de México. En pocas palabras, toda la gloria y todo el Infierno es suyo.
Y la pregunta. A asumir esta responsabilidad -insistimos, no es usual en él- también fue obligado.
No hay que olvidar que el Presidente Biden y el de Canadá estarán en este país para participar en la cumbre de líderes de Norteamérica.
Narcotráfico y sobre todo la producción de Fentanilo que encuentra su capital en Culiacán precisamente, es uno de los temas que más le importa al Gobierno Estadounidense. Obrador venía siendo muy presionado para actuar en este tema y actuó.
5.-Insistimos, el tema de la captura de Ovidio apenas empieza. Las consecuencias serán las que darán mucho de que hablar en los próximos días.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-La normalidad poco a poco regresa a Culiacán después de un día de terror que mostró el verdadero rostro oculto y a la vista de la realidad sinaloense. El Narco es el que manda y quien domina todo.
Impresionante el Ejercito de sicarios que ayer salió a las calles de Sinaloa a mostrar su presencia y demostrar su poder.
Tan sencillo que él gobierno federal tuvo que traer soldados de otros estados para poder controlar la situación. El ejército de sicarios los superó por varias horas.
Hoy la gente ya salió a las calles.
OTRO PASITO.-La Universidad Autónoma de Sinaloa regresó a su normalidad el día de hoy.
Muy temprano emitió un comunicado en el cual se convoca a personal y alumnos a regresar a clases.
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