Terror en Sinaloa es culpa del góber corrupto y enamorado
El terror que vivimos en Sinaloa es culpa del góber corrupto y enamorado. No son solamente cosas de complicidades con los narcos, sino también asuntos de amor. Y este último derecho no se le puede negar al capo de la cofradía de la mano caída en la entidad. Completamente sabido es que Rubén Rocha Moya sirve al cártel de Sinaloa y principalmente de los Chapitos. Pruebas hay de sobra y todo mundo las ve. No se le castiga porque contó primero con la complicidad de Andrés Manuel López Obrador y ahora lo protege la chacha de palacio. Así vivimos en Sinaloa, con el pueblo abandonado porque lo de primero los pobres es en realidad una farsa y lo que realmente aplica es primero los narcos. Pero como señalamos en el título del Altoparlante de hoy, no todo es cosa de corrupciones. Algunos descaros que están a la vista de todo mundo sólo se pueden explicar por cosas de amores. Enamoramientos, asuntos hormonales. Lo del gran amor del chacal de Batequitas con el chaquetas Enrique Inzunza es cosa del pasado. Una pasión que tiene rato creciendo y está hoy en su punto es la que Rocha le profesa a su Secretario de Economía, Enrique “El Pity” Velarde. Ya no solamente lo quiere hacer alcalde de Mazatlán sino que suspira por meterlo entre los posibles candidatos a gobernador por Morena. Reiteremos nuestro respeto a las preferencias y el derecho que cada quien tiene de ser feliz como mejor les parece. Con la puntualización de siempre de que las cosas íntimas deben quedar en esto y no mezclarse con los asuntos públicos y de gobierno. El Pity Velarde fue denunciado por robarse parte de la playa en Mazatlán, y vive en la total impunidad. Su delito no solamente está demostrado por completo sino que aparece a la vista del público en su restaurante “El muchacho alegre”. La justicia no funcionó porque el mazatleco cuenta con la protección amorosa de don Rubencito. Ese funcionario estatal ha sido señalado en varios hechos criminales, que se eluden y solapan. Ninguna novedad, porque el puerto de Mazatlán está gobernado por el crimen. Oficial y extraoficialmente. Y no vemos solución, porque Claudia Sheinbaum es otra criminal. Tiene que proteger a sus compinches morenistas para no terminar embarrada de las toneladas de mierda que producen en ese partido. Bueno sería que Rocha Moya salga del clóset, que pida licencia y se dedique a vivir su vida privada sin seguir solapando corrupciones. Claro, mientras le llegan las posibles consecuencias por sus actos criminales. Porque sus corrupciones y delitos siguen ahí, y no se pueden borrar. Se ve muy complicado que se le castigue como merece, pero no debemos perder la esperanza. Debe estar en la cárcel o en el manicomio. Los sinaloenses lo han condenado como lo peor de lo peor, pero la justicia social y divina no basta. Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/altoparlante/.
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