Sobre el Camino

Carta al Dr. Arturo Rodríguez Ricaud

Haciendo un recorrido por la región del Évora nos encontramos con la novedad de que algunas cosas andan muy mal y las cuales les iré narrando poco a poco en el transcurrir de los días a través de esta columna, información que es única y exclusivamente con el ánimo de que las cosas se mejoren en beneficio de la población, en aras de lo que tanto se pregona “no a la corrupción, no al despotismo de los servidores públicos”.

 

Pues bien corresponde en esta ocasión al maravilloso pueblo mágico de Mocorito un lugar que tiene bien merecido esa distinción por la maravilla de sus tradiciones y su arquitectura antigua. En ese mágico municipio existe una unidad de medicina familiar del ISSSTE, donde se desarrollan funciones de medicina preventiva, para atender a la población derechohabiente, obviamente es una unidad que no cuenta con un servicio de 24 horas y únicamente brinda atención en dos turnos uno matutino y otro vespertino, tampoco cuenta con la infraestructura para ofrecer un servicio de urgencias, por lo que todo este tipo de situaciones urgentes, debe de referirse a el ISSSTE de Guamúchil que es la unidad médica más cercana.

 

Pues bien, aún puedo recordar con gran acierto, toda una tradición de buen trato, con cordialidad, amabilidad y mucho profesionalismo con el que se distinguía la dirigencia de la unidad de medicina familiar de ISSSTE Mocorito cuando estaba al frente de ella Sergio Gómez Arévalo, una persona que supo ganarse el respeto y el prestigio de los pacientes por su gran calidad humana; situación que cambió radicalmente y todo se vino al traste cuando el Dr. mencionado se jubiló, pues el barco quedó a la deriva, y para terminarla de fastidiar enviaron directamente del centro del estado a una persona como encargado de dicha unidad que, si bien no es originario de la localidad, desconoce las costumbres de los Mocoritenses, me refiero al Dr. Arturo Rodríguez Ricaud, un galeno que abusando de la confianza que le depositaron sus superiores cree que aun vivimos en la época de los cacicazgos, conduciéndose con todo lujo de arrogancias y prepotencias, no nada más abusando y humillando a sus subalternos, sino cometiendo violaciones graves a los derechos humanos de los pacientes, y para muestra lo que ocurrió con un paciente que nos comentó que sufrió una herida en su mano derecha y que ni siquiera el Dr. Ricaud quiso ver el tamaño de la lesión, dice el paciente que su respuesta fue: “ni te la descubras aquí no hay urgencias vaya hasta Guamúchil”.

 

Como esos ejemplos hay muchos otros que por una u otra razón llegan a solicitar atención y que por respuesta reciben un “aquí no se hace vaya a Guamúchil”, lo cual deja un muy mal sabor de boca y una frustrante insatisfacción a los pacientes que acuden a solicitar un servicio y que reciben esas respuestas tan déspotas por parte del Dr. Arturo Rodríguez Ricaud.

 

Muy lejos y en el olvido han quedado las tan pregonadas políticas anticorrupción que presume constantemente nuestro presidente de la república Lic. Andrés Manuel López Obrador, quien debería tomar cartas en el asunto es nuestro actual gobernador Rubén Rocha Moya, ya que en este caso al parecer no hay quien ponga un alto a tales actitudes del Dr. Ricaud encargado de la unidad de medicina familiar del ISSSTE de Mocorito; tal vez alguna influencia muy grande ha de tener con el actual delegado del ISSSTE el c. Marcial Silva Gómez para conducirse con ese tipo de actitudes o quizá goza de la protección del Dr. Jorge Valenzuela Ibarra que haciéndose de la vista gorda le permite actuar al Dr. Ricaud con esas actitudes que dejan mucho que decir de la calidad de la atención a los usuarios.

 

GOTITAS DE AGUA: 

 

Pero esto no termina ahí estimado lector, actualmente se da el lujo de no atender pacientes por que el Dr. Rodríguez Ricaud dice que para eso es el director, por lo tanto, las únicas que se encargan de sacar el trabajo son dos medicas una en el turno matutino y otra en el vespertino, porque el Dr. Ricaud se maneja como si fuera el jefe de una unidad de tercer nivel o algún instituto de salud de los prepotentes de antaño, que olvidaban que el cargo designado es únicamente para servir y no para servirse, ni en Guamúchil que es una unidad muchísimo más grande, el director que tiene se maneja con humildad y desempeña su trabajo dando consulta con calidad y calidez. Pero volviendo a Mocorito, la cereza del pastel es que el Dr. Ricaud no cumple, no da consulta, no acude al trabajo, se da el lujo de presentarse únicamente los lunes y los martes, ocasionalmente los miércoles y los demás días únicamente se maneja vía celular, o sea cobra sin trabajar. De tal manera que engaña a sus dos altos jefes por que simula que se encuentra laborando en su unidad, además se da el lujo de firmar su asistencia todos los días como si estuviese presente. Definitivamente muy mal y de malas pues consideramos que es un mal ejemplo y además es un acto de deshonestidad de parte del Dr. Ricaud, eso, si es que sus jefes no se hacen de la vista gorda. Es cuánto. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

 

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.

 

Benjamín Bojórquez Olea

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