Benjamín Bojórquez Olea es hijo de uno de mis grandes amigos

Su padre, Benjamín Bojórquez Angulo, hasta su muerte me mostró la amistad verdadera. Lo mismo puedo decir de Doña Elsa que fue su pareja hasta en los últimos momentos de la vida de Benja.

Los quise mucho y la partida de ambos me afectó grandemente.

Benjamín padre, me llamó en su lecho de enfermo, para que a su ruego, fuera yo el que firmara su testamento.

De ese calibre era nuestra amistad.

Que quede para constancia.

Ahora bien, antier escribí un pequeño párrafo sobre Lauro Gallardo Castro y ayer aparece una columna sobre Lauro.

Siento que me pateó el balón Benjamín Junior.

Eso me obligó a volver al tema.

Voy por puntos:

Primero.- Conocí a Lauro Gallardo en la campaña del Ing. Renato Vega Alvarado y fue muy ninguneado por Rafael Borbón.

Segundo.- A mí tampoco me tenían afecto por ser un protegido del candidato.

Tercero.-A la caída de Rafael Borbón lo nombran responsable del camión de prensa y

yo como segundo de a bordo.

Nació una gran amistad y lo protegí de todos y contra todos.

A la campaña lo mandó Fernando Díaz de la Vega.

Lauro me acercó muchísimo con Benjamín Bojórquez padre y fue a través de Benja que conocí cosas ocultas de Lauro.

Una de ellas, que Fernando Díaz de la Vega, al triunfar como candidato a la presidencia municipal de Salvador Alvarado, no tomaba en cuenta a Lauro y por ese motivo, se encerró en su habitación de la casa de sus padres, presa de una gran depresión y tuvieron que llamar a Benja para que lo sacara del encierro.

Benja habló con Fernando, se arreglaron las cosas y Lauro volvió a la normalidad.

Lauro Gallardo era atendido en Culiacán por un psicólogo o psiquiatra que le daba medicinas del Hospital Psiquiátrico de Culiacán.

A Lauro le daba vergüenza acudir al hospital y era yo el que recogía sus medicamentos.

No me importaba hacerlo.

Lauro Gallardo fue cesado por Malova en Ahome y pretendía convocar a una conferencia de prensa para echarle leña a su jefe.

Tuve que arrancarme a Los Mochis para parar esa tontería y hacerlo que le diera las gracias a Malova.

Decente y bueno sin duda.

Pero se le bota el chango y no quiero locos de suplente en las diputaciones.

Por mucho tiempo comía y cenaba en mi hogar en esta ciudad de Culiacán.

En mi casa firmó la renuncia al cargo de Director de Tránsito y Transportes del Estado.

Mi compadre Juan S. Millán me llamó a su despacho y me dijo: “tú metiste a Lauro y tú serás el encargado de sacarlo”.

Ese día lloramos y tomamos a morir en mi casa.

Por eso afirmo: conozco muy bien a Lauro.

Decente y bueno, no tengo dudas.

Su esposa Nelly me aprecia bastante.

Es todo.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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