Altoparlante

Atoles frente al crimen de Luis Enrique

Casi de inmediato, el gobierno “resolvió” el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos.

Las comillas, porque el propósito es imponernos un móvil a conveniencia de la cuarta transformación, y que no tenga nada que ver con su trabajo periodístico.

El control lo tomó casi de inmediato el secretario general de gobierno Enrique Inzunza Cázarez, quien declaraba como si fuera fiscal con Clara Bruna confirmada como títere del poder ejecutivo.

No fueron errores las contradicciones y mentiras sobre el homicidio, porque la intención fue desde un principio la de tratar de acomodar los hechos en el móvil preconcebido.

Primero que sólo hubo golpes contra Luis Enrique; luego se tuvo que aceptar que hubo una herida de bala, aunque nos aseguran que son dos.

La participación federal es para enredar.

Las autoridades se tirarán la bolita y empujarán todo lo que puedan hacia el crimen pasional como motivación de los asesinos, porque al presidente enemigo de la prensa no le conviene reconocer otro periodista asesinado por ejercer su trabajo.

Simular y victimizar como atoles, para seguir fingiendo que todo va bien y que debemos ser un pueblo feliz, feliz, feliz.

El gobernador Rubén Rocha Moya que hace una semana acusó de mentirosos, irresponsables y faltos de ética a periodistas y medios de comunicación, se mostrará hoy en su semanera muy “solidario” con el gremio y muy “comprometido” con nuestras exigencias de justicia pronta y expedita.

 

FLIT ELECTORAL A FERREIRO

 

También con Enrique Inzunza como titiritero, el juicio político guiñol contra el presidente municipal de Mazatlán contempla una posible “salida digna” para Jesús Estrada Ferreiro.

La primera opción sigue siendo la de declararlo culpable y desaforarlo para nombrar por la vía del dedazo a un alcalde sustituto, pero se tiene una segunda vía que es la de declararlo culpable pero sin quitarle la presidencia municipal.

Con el detalle de que Estrada Ferreiro estaría impedido para ser candidato a cualquier cargo de elección popular por el impedimento de presentar una carta de no antecedentes penales.

Borrarlo como posible competidor futuro, que ha sido siempre la motivación real desde el tercer piso.

No faltarán quienes digan que puede resultar complicado, pero deberían recordar que en el Supremo Tribunal de Justicia se hace lo que Inzunza Cázarez ordena.

Aparentemente tienen a Jesús Estrada contra la pared, pero el alcalde ha dado muestras sobradas de que está dispuesto a pelear.

 

MANIPULAR ES LO SUYO

 

Reacciones muy diversas generó mi señalamiento público contra la colega María de los Ángeles Moreno y el profesor Óscar Loza Ochoa, la mayoría en el sentido de que busquemos esa unidad tan importante en la lucha gremial.

Debo enfatizar que éste es precisamente el problema, el de que existe en Machángeles un enfermizo afán de protagonismos que destruye cualquier posibilidad de unidad.

No fue fácil hacer esos señalamientos, y sucedió ante la reiteración de esa actitud de quienes se presumen luchadores sociales y gentes de bien; reitero mi duda de si a María de los Ángeles la enfermaron o se enfermó sola, aunque para el caso es lo mismo.

Seguir callando y mantenerme en lo que se considera “políticamente correcto” significaría continuar solapando lo indebido mediante el silencio.

Si se quiere resolver un problema que es grave, el primer paso es señalarlo.

Que Machángeles no lo acepte es demostración evidente de la gravedad de sus extravíos.

Por supuesto, sus amigos le manifestarán apoyo y reclamarán mis “mentiras”; es más cómodo dar piola que decir la verdad.

 

¡PEPE EL GIGOLÓ ES INOCENTE!

 

El notición de que el gobierno de la república se investigó a sí mismo y no encontró ningún tráfico de influencias en lo que se relaciona con la mansión del bienestar donde vivió José Ramón, el hijo del presidente de la república.

Como era de esperarse, todo mundo en la putrefacción de cuarta festejó la supuesta confirmación de que Lopitos y su hijazo de mi vidaza son ejemplos de trabajo, honestidad y austeridad.

Que nuestros gobiernos roben con descaro y con impunidad son cosas del pasado neoliberal y de esos corruptos que debemos evitar retomen el poder y sus indebidos privilegios.

¿O cómo era?

 

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Partida
Juan Manuel Partida Valdez

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