Aterrador día de los santos difuntos

Llegarán a los panteones los deudos de las dos facciones en guerra para honrar a sus familiares que se encuentran sepultados por los motivos que hayan sido.

Puede convertirse en una masacre si no hay el debido resguardo de nuestras autoridades.

El dos de noviembre puede pasar a la historia de Culiacán como un aterrados evento si hay los encuentros bélicos a los que nos quieren acostumbrar.

Los panteones han sido escenario de trifulcas entre los que se tienen coraje y ahí se encuentran.

Escogen el lugar de sus muertitos para llevarles música de la que gustaba el difunto y se arman tremendas borracheras y pleitos con muertos y heridos.

Poco se sabe de estos asuntos, pero nos llegan por algunas líneas y claro está que no constatamos las versiones.

Lo que sucede en las Vegas, se queda en las Vegas.

Lo que sucede en panteones, se queda en panteones.

En Culiacán se han cerrado varios restaurantes y me llegó la nota que El Farallón de la Familia Tarín-Castillo cerró sus puertas y abandonó la rijosa plaza.

Hay lugares de mucha trascendencia como el Mar&Sea que han soportado la pandemia de balazos y mantienen firme el servicio a su clientela.

Otro de ellos es La Casa de Los Loaiza, que contra viento y marea le sigue dando servicio a sus fieles desayunadores y comensales del medio día.

Que pocos negocios tienen esta fortaleza.

Seguimos con lo peligroso del culto a los fieles difuntos.

Esta vez no me paro por esos lugares ni para mi propio entierro.

Las armas de grueso calibre debidamente aceitadas para lo que se ofrezca el 2 de noviembre.

En todos los camposantos hay difuntos de uno y otro equipo.

Es un riesgo altísimo hacerse de cuerpo presente.

Mantener un difunto hasta que pase el dos de noviembre puede ser una buena medida.

Los funerarios saben cómo soportar los difuntos sin que se descompongan

Cuesta más, pero no hay riesgo de quedar en fuego cruzado.

A mediados de noviembre, o a finales del mismo mes, visitaré la tumba de mis padres.

Ellos me comprenderán desde el reino de Dios.

Solamente tenemos una piel y la queremos sin agujeros.

Hay que tener mucha precaución. En caso de observar cosas extrañas salgan lo más rápido posible.

Tengo el temor fundado que habrá guerra en los panteones.

No hay quién los ponga en paz a Mayitos y Chapitos.

Son muy bravos y tienen mucha gente.

Dispuestos a morir por sus convicciones y no respetan a nadie.

Todos ellos tienen difuntos en Culiacán.

Creo que los policías no trabajarán el dos de noviembre.

Saben que no pueden poner orden.

Muchos simpatizan con uno u otro bando.

Le temen al fuego cruzado igual que nosotros.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

Comparte