El Presidente Andrés Manuel López Obrador, nos ofreció éste día 6 de octubre del año 2022, un acto que raya en lo paradójico; Lo creo, y lo escribo, por que pude observarlo.
Y es que el mandatario pese a ser el gran promotor del abrazo, ese gesto que recomienda como una muestra de hermandad, solidaridad humana, y tolerancia que debiera distinguir a los mexicanos.
La frase de “abrazos y no balazos” se la compró bien el cártel del Peje”, grupo de leales, integrado por los más férreos y aguerridos “gatilleros” mediáticos y cibernéticos de la cuarta transformación.
Pero ayer, en público y en cadena nacional de televisión, el Presidente de la República le negó esa manifestación de afecto que le ofrecía, quien hasta ayer fue una de sus grandes amigas, asesoras y colaboradores del grupo élite de su gabinete.
Necesario es decirlo, la conferencia mañanera de López Obrador nos regaló una joya más del histrionismo político que distingue y se vive todos los días en ese recinto de Palacio nacional.
Los millones de mexicanos que todos los días siguen atentos el desarrollo de la conferencia mañanera del mandatario nacional, atestiguaron ayer la despedida de la Regio-sinaloense Tatiana Clouthier Carrillo como Secretaria de Economía en el gobierno de la cuarta transformación.
Y en esa especie de despedida, los protagonistas principales, es decir, el Presidente y la ya ex secretaria de gobierno, nos ofrecieron dos interesantes y evidentes mentiras.
1.- El llanto de Tatiana, en su calidad de primera actriz, personificando a la más profesional de las plañideras (Mujer que cobra por llorar), engañó a muchos, pero hizo reír a otros tantos.
2.-El aplauso fingido de Andrés Manuel, fue un gesto desprovisto de emotividad alguna, pero utilizado para disfrazar el coraje que le originó la despedida.
Un coraje e indignación, que por cierto, el Presidente no pudo tragarse, por lo que decidió trasladarlo al terreno del desdén al negarse el abrazo con que la señora Clouthier pretendía cerrar el capítulo de su relación con su gobierno.
Y es que la realidad se hizo evidente esta mañana; La negativa del abrazo de AMLO a la hija del legendario “Maquío Clouthier, no solo dejó constancia del descontento presidencial por su ruptura, sino también sirvió quizá de mensaje para hacerle entender que no le interesa la porra que ahí mismo le ofertó en su discurso de despedida.
Analizados a fondo los hechos suscitados en el citado evento de renuncia de la “Tía Tatis” como le llaman cariñosamente sus presuntas amistades, llegaríamos a la conclusión de que ahí se dejó constancia, no de una, sino de dos porras.
1.-La porra pro-AMLO que Tatiana prometió seguir encabezando e impulsando a lo largo del País.
2.- Y la otra porra, se deriva de una vieja frase acuñada dentro del inventario del lenguaje coloquial de los mexicanos, que se utiliza para dejar entender que una persona “mandó a la chin…ada otra.
“La mandó, o lo mandó mucho a la porra”, era, o sigue siendo la frase que en los ayeres utilizaba la gente de nuestros pueblos.
Así interpretado éste nuevo episodio de la vida política nacional, habría que recomendar a los buscadores de talentos en el mundo de la actuación, tanto en el cine, como en las televisoras nacionales, que no pierdan de vista a éstos dos personajes.
Sus talentos están a la vista; AMLO dejó constancia de su capacidad para actuar, lo que prácticamente lo colocaría como un primer actor en cualquier proyecto de cine.
Y Tatiana Clouthier, sin duda se ganó el papel como primera actriz, por la forma en que hizo temblar sus mandíbulas, y entrecortar sus palabras, logrando incluso humedecer sus ojos.
Mi conclusión es que ambos, si se decidieran a cambiar de actividad o incluso combinar su tiempo con la actuación, serían dignas propuestas para conquistar un “Oscar” en alguna película que se pudiera rodar, y para cuyo título, desde ésta columna presento dos opciones.
1.-“El desdén del Rey”, cuya sinopsis, nos hablaría de la rabieta de su majestad, por la forma en que los miembros de su pretendida monarquía se le empiezan a revelar.
2.- “El llanto de la Princesa”, en donde se buscaría atraer el interés de los cineastas, al referir que el filme, expondría la contraparte de la famosa historia de “La cenicienta”.
Y es que, en el segundo de los casos, Tatiana interpretaría a una niña de la alta alcurnia social, que bajó del castillo a convivir con “la plebe”, es decir, con gentes de precaria condición económica, de modales y comportamientos muy alejados del protocolo que distingue a su linaje, con quienes, al parecer no pudo coincidir… ¿Qué cosas no?….Ahí nos veremos enseguidita.
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