El Presidente Andrés M. López Obrador, y la “4t” se han convertido en un instrumento DEPREDADOR de los principales Partidos Políticos opositores a su proyecto de gobierno.
Es innegable, que liderazgos del PRI, PAN, y PRD por citar a los más reconocidos, han visto minada su fuerza y presencia política en las diversas esferas de las estructuras de gobierno.
Y en la misma tesitura se encuentran también algunos liderazgos, como son gobernadores, Senadores, Diputados, alcaldes, y otras ramas burocráticas que de esos niveles se desprenden.
El Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador desde su trinchera mediática ha sabido golpear de manera directa y permanente a las élites políticas de oposición.
De manera astuta, y haciendo uso de argumentos oficiales, desde las mañaneras, AMLO les hace la “talacha” a los líderes de MORENA.
El discurso y estilo de hacer política del Presidente, le han permitido ir devorando de manera paulatina a los Partidos opositores, sin que desde esos flancos se escuchen voces de peso político relevantes que puedan contrarrestar los impactos recibidos.
Los pactos políticos celebrados bajo la mesa, y las ofrendas públicas para los liderazgos de oposición, han sido acciones que al Presidente mexicano le han arrojado buenos dividendos político- electorales.
Es innegable; Solo bastan unas palabras de elogio, o el simple guiño del ojo presidencial para que altos personajes de la supuesta oposición, caigan en sus redes.
Ejemplos hay muchos, y testigos de los hechos somos todos, ya que los nombres de los “enamorados” políticos de AMLO son públicos.
López Obrador ha capitalizado muy bien ese rico pastel político que tiene en sus manos, llamado poder presidencial.
“Un pastel”, cuyas migajas a ofertado a sus ávidos objetivos políticos, quienes sin regato alguno las devoran al más puro estilo del Chavo del Ocho.
Esa estrategia de ofrecer espacios en su gobierno para debilitar la fuerza enemiga, la ha instrumentado AMLO, sabedor que la elite política opositora, carece de la necesaria voluntad para resistirse a vivir alejados de la nutritiva “teta” presupuestal.
Andrés Manuel, con la astucia de viejo lobo de la política mexicana que lo distingue, ha sabido detectar a esos entes políticos, cuyas acciones y conductas asemejan a las RÉMORAS, (Pececillos que para alimentarse y trasladarse de un punto a otro en el mar, así como poder conseguir fácilmente sus alimentos y sobrevivir a sus depredadores, se adhieren a peces grandes como el tiburón).
Y, si de hacer comparaciones se trata, diremos que existe otra especie de parásitos marinos conocidos como “El Pez Perla” (Carapus bermudensis), el cual, según se sabe, vive adherido en el ANO de otra conocida y codiciada especie identificada, como “Pepinos de mar”.
Con respecto a éste último parásito marino, le diría a mi raquítica lista de lectores, que no quisiera concluir la redacción de mi columna, sin antes pedir un deseo al Dios todo poderoso que rige la vida animal y vegetal de nuestro universo.
PETICIÓN; “Señor mío, si en verdad existe la reencarnación de los humanos, te pido encarecidamente que no me vayas a regresar a la vida convertido en un “Pepino de Mar”.
Es que, Diosito, tu comprenderás que para nada me parece simpático suponer siquiera que la zona más discreta de mi cuerpo, pudiera servir de garaje a ese méndigo parásito.
Finalmente, me permito enviar mis mejores deseos de éxito y buena vida para todos los políticos que por su conducta y decisiones tomadas, pudieran ser comparados con “La rémora” y el “Pez Perla”.
Aunque aclararles debo, que no es mi intención referirme precisamente a quienes han abandonado sus filas partidistas para correr a los brazos de AMLO y su Partido MORENA.
Pero claro, sí algún intrépido lector encuentra alguna coincidencia entre una cosa y la otra, ya sería un tema ajeno a mi opinión… Nos veremos enseguidita.
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