Amarga navidad para las familias de desaparecidos

Llevan el dolor en el alma y no desmayan en la búsqueda de sus seres queridos.

Madres, esposas y hermanas, caminan y caminan con sus herramientas que les permitan escarbar.

Se han hincado ante los jefes de la delincuencia organizada para que las dejen hacer su tarea.

Las que encuentran a sus familiares les dan cristiana sepultura y quizá logran esa paz espiritual que las acuchillaba.

Esas mujeres no se quedan en casa, muchas de ellas siguen coadyuvando con sus compañeras y es una labor hermosa.

Son buscadoras de tesoros y la riqueza que encuentran son los restos de sus familiares que han buscado sin desmayo.

Al gobierno de Andrés Manuel le vale gorro el sacrificio de las buscadoras de desaparecidos.

Muestra infinita cobardía, al ser cuestionado por ellas o por periodistas que se cuelan a las mañaneras y tartamudea al contestarles.

Cuando hay quién lo atrinca, y le avienta a la cara el número de asesinados en su sexenio, responde que son mentiras y que él tiene otros datos,

Le señalan que son cifras oficiales de su gabinete y tampoco las reconoce. Sale con el cuento de que son sus adversarios conservadores los que quieren embarrarlo.

Gobierno fracasado en seguridad pública y madres desamparadas que han perdido a sus hijos.

Política que apesta de abrazos y no balazos.

Otra amarga navidad para las mujeres buscadoras.

Su amor es el combustible que las mueve sin descanso. Tienen que recurrir a la suplica, para que la delincuencia organizada las tolere y autorice a seguir haciendo su labor, para encontrar los restos que quieren darles un sepulcro donde honrarlos de manera decente y de acuerdo a sus costumbres.

Les mando un fraternal reconocimiento a esas mujeres buscadoras de los tesoros que han perdido y que quieren encontrar.

Repudio con todas las fuerzas de mi alma a este miserable gobierno que las evita de todas maneras.

Perverso e inútil presidente es el que nos gobierna.

No asume responsabilidades y al pasado lo hace culpable.

En las mañaneras se cobija con la fuerza de los militares y no permite que se acerquen las madres buscadoras.

Cobardía y maldad se conjugan en Andrés Manuel.

Pareciera que no nació del vientre de una mujer.

No tuvo madre este engendro del demonio.

Benditas esas buscadoras que tendrán otra amarga navidad.

Que Dios nuestro señor las acompañe y consuele.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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