Seguimos en un país en el que no se castiga a los corruptos, sino a los adversarios.
Lo que dice Juan de Pedro, dice más de Juan que de Pedro. Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, parece no tener futuro político por los dichos y actos que de él se han evidenciado, pero los métodos a los que han recurrido sus oponentes para ponerlo en evidencia los pone también en cuestión. Me testosterone cypionate benefits explico líneas abajo.
Es evidente que el encono contra Alejandro Moreno tiene su origen en la votación de su partido contra la reforma eléctrica propuesta por el Ejecutivo. No hay la intención de aplicar la ley, sino de tomar venganza contra alguien que no hizo lo que se quería que hiciera.
No solo el origen del caso se aleja de los principios jurídicos. En lugar de proceder “conforme a derecho”, han hecho escarnio público de su adversario priista. Mediante grabaciones conseguidas ilegalmente y hechas públicas con un ludibrio alejado de toda civilidad política.
Una de sus residencias fue, en los hechos, allanada. Se hicieron públicos videos sobre los lujos de la misma. Y mi pregunta es, ¿Es el único político con esos lujos? Quienes han dirigido su encono hacia él ¿en qué tipo de vivienda viven?
El desprestigio de Alejandro Moreno es claro y al parecer irremediable. Corre el riesgo de hundir con él a su partido, ya de por sí desprestigiado. Pero la imagen pública de sus acusadores también resulta dañada.
Y dañada también resulta la política mexicana. ¿Es ingenuo pretender una política de mayor altura? ¿Estamos condenados a esas prácticas políticas para siempre?
El asunto no es sólo de formas (que en política siempre son más que formas). Refleja que nuestros políticos están más preocupados en alcanzar el poder y mantenerlo que en gobernar.
En lugar de concentrarse en generar bienes públicos, en resolver nuestros numerosos y críticos problemas públicos, se concentran en llegar al poder, aprovecharse de él, debilitar a quienes amenazan su permanencia en los cargos públicos. No es raro que nuestros problemas permanezcan y se agraven.
GOTITAS DE AGUA:
Sin duda no se puede defender lo indefendible, sin embargo, Alejandro (Alito) Moreno y su partido son los principales perdedores de este lamentable espectáculo. Considero que no son los únicos. Sus victimarios también pierden. Y la sociedad, a mi criterio, también. Seguimos en un país en el que no se castiga a los corruptos, sino a los adversarios. Es cuánto. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”…
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