¿Alguien conoce al Chuquique Hernández?

Como estudiante fue muy brillante. Vago como pocos de la palomilla generacional que lo acompañó en la Universidad que en estos tiempos se le pelea a Madueña y Cuén.

No le preguntaría sobre sus preferencias en la materia por no ser de mi competencia y de alguna manera tampoco me importa.

Sus orígenes son cosaltecos.

Por eso se entendió muy bien con Jesús Aguilar Padilla.

Como funcionario le tocó ser protagonista del caso más sonado que hasta la fecha se haya vivido en la ciudad de Los Mochis.

El crimen de la Rosendo G. Castro lo dio a conocer plenamente con los habitantes de la cañera ciudad.

Fungía como Agente del Ministerio Público.

El Ing. Ernesto Ortegón Cervera lo nombró Secretario del Ayuntamiento y vivió una vida plena de satisfacciones y logros.

Eso lo metió de lleno a la política de Sinaloa.

Su edad es incierta.

Dice tener 79 años y tiene el aspecto de haber sido corrido sin aceite.

No se engañen, es deportista a morir y su energía es envidiable.

Le faltaron dos cosas y debe de pesarle bastante.

No pudo llegar al Senado y tampoco a la gubernatura de Sinaloa.

Fuera de eso ha sido todo.

Engaña con facilidad a los incautos que le creen a pie juntillas lo que con su ironía expresa en todo momento.

¿Cuántos amigos tiene?

No tengo la menor idea, pero estoy totalmente seguro de que Don Juan Millán lo tiene en el más alto concepto.

Abraham Velázquez, Jesús Enrique Hernández Chávez y Jesús Aguilar padilla eran nombrados con mucha frecuencia como los sucesores de mi compadre Millán.

La historia la sabemos y no tiene caso repetirla.

Jesús Enrique le entregó la presidencia del PRI estatal a Doña Martha Tamayo y en ese evento nos manifestó:

“Que con gusto volvería si así fuera requerido”.

El Consejo Político del PRI estatal lo eligió como Presidente de la Comisión de Elecciones y hace dos o tres días que anunció su renuncia.

No le tembló la mano al Chuquique.

Alito no le jugó limpio y mandó un auxiliar de elecciones para que se hiciera cargo del proceso para elegir a los nuevos dirigentes.

Una chacha será la mandona y tendrá como Secretario a Bernardino Antelo Esper y juntos harán la mancuerna que se decidió desde la ciudad de México.

Alito quiere ser candidato a la presidencia en el 2024 y pone en toda la República las fichas que necesita.

No son corcholatas, en el PRI son fichas.

Chuquique les aventó su ninguneado cargo y se retira a esperar mejores tiempos.

Aunque usted no lo crea, solamente es un descanso en su carrera y luego volverá como Mc. Arthur.

Es un chamaco mayor que yo.

Y no se rinde ante nada y ante nadie.

Ruelas no llegó y con eso me conformo.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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