Novedad que no lo es tanto, ver en Mocorito a Alfredín el cobarde y Rocha el arrodillador.
Nos topamos de nuevo con esos políticos que se bajan los pantalones y terminan de rodillas ante un gobernador que sin descanso abusa de su poder.
Nadie puede negar que Rubén Rocha Moya es un miserable que pisotea la constitución y demás leyes para satisfacer sus ambiciones personales y los de su facción partidista.
Así como lo hace para robarse cientos de millones de pesos, junto con sus hijos y con algunos de sus funcionarios.
El gobierno más corrupto de la historia, con un gerente muy cínico que pese a montones de evidencias en contra se presume todos los días como súper honesto.
Cual si fuera un logro justo, Rocha Moya tuvo ayer en una gira como invitado a Alfredín López.
Por si usted no lo ubica, hasta hace días era candidato del Partido Sinaloense a la presidencia municipal de Mocorito.
Por instrucciones de Rocha, operaron restricciones a sus expendios de cerveza y le advirtieron que se bajaba de la contienda electoral o le cerraban los negocios.
El cobarde se rajó, y pretextó asuntos familiares relacionados con la salud de su esposa.
Exhibido ayer sin misericordia, Alfredín perdió la alcaldía y perdió también su dignidad.
Quedará para siempre como un cobarde y un traidor.
La mayoría de los mocoritenses repudia a la cuatroté, y se la cobrarán en las urnas.
EL DIPUTADO LOBO, RATA DISFRAZADA DE OVEJA
Otra muestra insultante del valemadrismo con que el partido morena trata a los sinaloenses es el de la posible candidatura a relección del diputado Pedro Alonso Villegas Lobo.
Confirmación plena de que este partido prefiere delincuentes y criminales, y hasta los premia.
Pedro Lobo, como es más conocido, llegó como legislador arrastrando tras de sí una serie de raterías contra jóvenes sinaloenses.
Fraudes repetidos con la creación de empresas cooperativas de las que luego se apoderó robándose muchos miles de pesos aportados por los “accionistas”.
Algunos de los afectados hicieron pública su denuncia a través de Altoparlante, y el ratero Lobo alegó que la empresa “quebró” y que las inversiones “se perdieron”.
Fue el primero de sus escándalos, al que se sumaron varios más con la impunidad como costumbre.
Inolvidable, como convirtió a la cámara local en un prostíbulo como si fuera su casa de citas.
Las becas a muchachitas, con un uso ilegal de los apoyos oficiales.
Videos y documentos lo demuestran.
Lo peor es que ni tantita pena les da.
El morenismo ha cobijado todas sus raterías, burlándose de los afectados y de todos los sinaloenses.
Toda una lacra que se quiere reelegir en el cargo.
Porque en lo desvergonzados nadie les gana a los de la cuarta putrefacción.
Por eso es que desde este espacio levantamos voces de alerta contra basuras así.
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