Vaya noticia, la de que el gobernador Rubén Rocha Moya adelanta su renuncia al partido Morena.
No lo dijo textualmente, cierto, pero quedó claro.
O debió quedar.
Vamos por partes, dijera Jack el inglés.
El ejecutivo estatal señaló muy enfáticamente que en la próxima elección no irá con políticos ni con partidos corruptos.
Ahí está el detalle.
Dio nombres de gentes de partidos distintos a la cuatroté, pero él y todo mundo sabemos que el más corrupto de todos es Morena.
Y si de verdad va con lo que muy en serio aseguró, entonces lo veríamos muy pronto renegar públicamente del partido dizque de sus amores.
A menos que esa declaración haya sido uno más de sus chistoretes.
Esperemos que no.
Que de verdad corrija lo que hasta ahora hecho, cómplice de muchos ratas, y que le dé la espalda por completo a la corrupción.
No es ingenuidad, sino esperanza.
Recordemos que a cada rato nos dice que él nunca miente.
UNA MUJER POR CULIACÁN… ¿Y EL AHIJADO?
Un detalle adicional serviría para reforzar la posibilidad del reencauzamiento.
Rocha Moya se pronunció porque en el 2024 tengamos alcaldesas en Culiacán y Mazatlán.
Como balde de agua fría le debió caer esta postura al ahijado Juan de Dios Gámez Mendívil, quien desde hace casi un mes anda en campaña por la “reelección” en el cargo.
Se cree seguro, a pesar de las denuncias penales en su contra por servidoras del bienestar.
Ahora que aún y cuando en la cuatroté decidan postular a una dama, no todo está perdido para el violín que desgobierna Culiacán.
Hace días se dio a conocer su definición personal y pública como “mariscal” de la causa LGBT.
Reiteremos la duda de si fue salida del clóset o simplemente una manifestación de solidaridad.
Como haya sido, Gámez puede aprovechar ese posicionamiento y apuntarse como cachirul.
Exigir congruencia con las proclamas partidistas a favor de la diversidad y por el reconocimiento pleno a quienes tienen preferencias sexuales “diferentes”.
Última hora y pega.
Imagine usted la revolución que se armaría en todo el país.
XÓCHITL TRAE CON CHORRILLO A DON CACAS
Vaya ruido el que ha generado Xóchitl Gálvez como potencial candidata presidencial de la alianza opositora Va por México.
Ya comentamos en esta columna nuestra consideración de que es una mujer que sabe conectar con la raza, y que es una condición muy importante para convencer a los indecisos o contrarios.
No es mentira que Lopitos le tiene pavor, sobra todo tras la exhibida que le puso cuando el cobarde presidente se negó a darle derecho de réplica en la mañanera.
Por eso los chairos andan encampañados contra la senadora panista.
Por eso en Va por México algunos infiltrados y traidores le quieren impedir que sea candidata.
Pasan los días y el panorama se ve menos desalentador.
No hay que creer en las encuestas tan cuchareadas.
Si de verdad los ratas morenistas la tuvieran segura, no anduvieran tan llenos de pánico.
Ya se ven en la cárcel, pagando algunas de sus muchas raterías.
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