Desde el mismo juzgado penal acusan al gobernador Rubén Rocha Moya de proteger a la jueza que liberó al pedófilo millonario.
Es el caso de Edvin Jonsson Gavica, a quien Maricela Pérez Elenes resolvió liberar este viernes, pocas horas antes de irse de vacaciones.
Información en: https://altoparlante.com.mx/pedofilo-millonario-una-jueza-lo-libero/.
Con mucha fuerza retumbó principalmente en el puerto esta noticia, con reacciones de indignación y de incredulidad por tratarse de abusos sexuales que fueron ampliamente conocidos y repudiados.
El pueblo no da crédito a la resolución favorable a un delincuente sexual contra quien existen pruebas irrefutables.
Numerosos comentarios tuvimos este fin de semana al respecto, uno de ellos por trabajadores del juzgado de primera instancia del ramo penal, allá en el puerto.
Acusan que la jueza Maricela Pérez Elenes se ha especializado en liberar criminales, y que antes del pedófilo actuó de la misma manera a favor de varios secuestradores.
Que ya no aguantan a la funcionaria judicial por su prepotencia, por sus malos tratos y por presumir que puede hacer lo que se le pega la gana, sin consecuencias.
“La justicia está en manos de políticos y criminales que son lo mismo”, fue uno de los comentarios que recibimos por las redes sociales.
Pudrición y cinismo totales, la opinión de otra señora mazatleca.
Maricela Pérez se jacta de tener parientes con mucho poder en el tercer piso, y lo dice en plural.
Lo mismo sobre sus padrinos.
Compartimos en esta publicación el acta de nacimiento de Maricela.
Nacida el primero de octubre de 1985 en Culiacán, fue registrada el 24 de marzo de 1986 en Higueras de Álvarez (sindicatura en la que se ubica la célebre comunidad Las Higueras de los Monzón), en Badiraguato.
El mismo municipio donde nacieron el gobernador Rocha Moya, el secretario general de gobierno Enrique Inzunza Cázarez y el narcotraficante Caro Quintero.
Podrán alegarse casualidades, al modo chairo de los otros datos, pero por encima de todo está -para comenzar- la liberación del pedófilo millonario.
Sin que descartemos lo que desde el mismo juzgado nos denuncian sobre la “especialidad” de la jueza en liberar criminales.
El descaro con que Pérez Elenes actúa reclama una investigación a fondo.
Que el gobernador Rocha y el secretario Inzunza aclaren si de verdad son parientes, aunque sean lejanos, o si nada tienen que ver.
Pero con pruebas documentales, porque ya demostraron que Pinocho les da bola.
Aunque se molestan porque se diga, son muchas las evidencias de una procuración y administración de justicia corruptas, con numerosos abusos de poder e ilegalidades.
Lo más grave de todo es que la pudrición de la “justicia” en Sinaloa está acompañada de un enorme cinismo de parte de quien se supone es el principal responsable de garantizar la vigencia del estado de derecho.
A Rubén Rocha le vale y le seguirá valiendo.
Lo suyo son los atoles.
Los silencios como evasión de las corrupciones propias y de sus hijos.
Las maromas para seguir ciego y sordo, mientras nos jode más a los sinaloenses y nos presume ser honestísimo.
¡No te acabes, narco gobernador!
PARA MATARNOS DE LA RISA
A propósito de seguridad y justicia, el gobernador Rocha exigió a Estados Unidos que “nos dejen atender nuestros asuntos”.
Su reacción, por una alerta de viaje a Sinaloa tras la detención de Rafael Caro Quintero.
Afirmó que el Estado mexicano tiene capacidad para enfrentar y resolver los problemas de delincuencia y violencia.
Ya encarrerado, el chascarrillo de que “no existe ningún maridaje y ningún acuerdo entre el gobierno del presidente Andrés Manuel y el nuestro con los narcos”.
La reconfirmación de su creencia de que los sinaloenses somos puro retrasado mental.
No tiene remedio, y cada vez está peor.
TIEMBLAN AMLO Y BARTLETT
Difícil creer que fue accidente o casualidad el desplome del helicóptero de la Marina en el que murieron 14 elementos que participaron en la aprehensión de Rafael Caro Quintero.
Diríamos que es imposible, con un presidente de la república al que no le importan la vida de los demás y no se detiene ante nada.
Lo increíble de que aún y cuando las investigaciones anunciadas nos digan la verdad, muchos no la creerán.
Y es que como nos dicen una cosa nos dicen otra.
Primero nos dijeron oficialmente que Rafael Caro fue capturado en Guachochi, Chihuahua, y luego que en San Simón, Sinaloa.
Mientras, en Estados Unidos juegan al policía bueno y malo.
La titular de la DEA felicita a los agentes de esta corporación por su participación en el operativo del viernes por la mañana, mientras el embajador gringo en México Ken Salazar afirma que todo fue por mexicanos y por nadie más.
Para rematar, desde la propia Drug Enforcement Administration se informa que hubo previamente 14 intentos de captura.
Todos esos intentos, con información de Estados Unidos al gobierno de México.
La puntualización de que Caro Quintero fue traicionado por los capos que hasta hace poco lo protegían, y que “aflojaron su seguridad”.
Ipso facto, desde allende la frontera se dijo que solicitaron la extradición del narcotraficante.
Con el dilema de que también allá han pactado con narcotraficantes, y que se admitió pero guardan que la CIA se asoció con Rafael Caro Quintero para armar y entrenar a los contras de Nicaragua.
Al que sí le tienen muchas ganas es a Manuel Bartlett Díaz, amor incondicional del mesías.
Eso basta para que Lopitos tiemble con su propia cola de complicidades con el crimen organizado.
Cerremos con otro chiste de competencia mundial: que la detención de Caro Quintero demuestra que AMLO no pactó con el narco.
Y ni pío dicen de la “casualidad” de que sucediera inmediatamente después de que el presidente de la república regresara de los Estados Unidos, ninguneado de cara al mundo.
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