= Ya puso en marcha el llamado plan “B”
= Consulta popular en enero de 2023
= Aún puede haber sorpresas en el Senado
= Se acabó: no más horario de verano
Acaso ¿admitió ya el presidente López Obrador que en definitiva su iniciativa de reforma constitucional no alcanzará en el Senado de la República el porcentaje de votos que requiere para su aprobación?
Así se entiende -y no puede ser de otro modo – el anuncio hecho por el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, en el sentido de que el domingo 22 de enero (cosa de cuatro meses, días más, días menos) se llevará a cabo una consulta ciudadana en la cual el pueblo manifestará, en absoluta libertad, si aprueba o no la extensión del periodo para que el ejército mexicano se mantenga en las calles de nuestro país.
En estos momentos la polémica continúa en el Senado de la República, donde dicha iniciativa, con dictamen modificado, volverá a votarse en el curso de los próximos días y hay quienes se atreven a apostar que siempre sí alcanzará la mayoría calificada; pero, de cualquier modo, el presidente López Obrador ya tenia su plan “B” y ahora lo ha hecho del conocimiento general.
Si esto sucede pues “pa´tras los filders”, como se dice en términos beisboleros, toda vez que la mencionada consulta ya no tendría, sencillamente, justificación alguna.
En realidad, lo que acontecerá en el curso de los próximos días es algo impredecible, por la conducta titubeante de tales y cuales senadores; pero, a nuestro juicio, López Obrador ya debe tener sus propios datos y simplemente las cuentas no le dan. De ahí su decisión acerca de convocar a una nueva consulta popular, para influir en el Senado de la República, una vez que se mande, de nuevo, la mencionada iniciativa, lo que tendría que ocurrir por ley hasta un nuevo periodo ordinario de sesiones. Allá por septiembre de 2023.
Insistimos, esto habla de que está convencido de que su iniciativa no pasará; pero si así sucede pues a festejar con fuegos artificiales y a celebrar, de paso, el derrumbe del bloque de contención o alianza opositora, como quiera usted llamarle.
Digo.
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Y bien.
De acuerdo con lo informado en la “Mañanera” por Adán Augusto (una de las corcholatas de mayor peso específico), la consulta de la que hablamos tendrá lugar el 22 de enero y dos días después se harán públicos los resultados a la nación entera.
Tales resultados no serán legalmente vinculantes a los alegatos en la cámara de Senadores y eso, por supuesto, lo saben muy bien el presidente López Obrador y Adán Augusto; pero como se da por descontado que los números serán exactamente los que quiere el gobierno federal, esto será un instrumento de presión contra los legisladores, cuando llegue el momento del nuevo proceso parlamentario sobre este asunto en particular.
La consulta será organizada por la Secretaría de Gobernación -justo como acontecía en las elecciones de antaño – con la participación de los gobiernos estatales, que se encargarán de que el paquete no sea tan voluminoso, ni costoso, ni tan pesado. Es también una forma de decirle a la gente que se pueden realizar ejercicios de esta índole sin la participación del Instituto Nacional Electoral.
Para dar a conocer todos los detalles, se llevará a cabo una intensa campaña de promoción, que arrancará ya el 10 de octubre y que se extenderá hasta el 16 de enero. De acuerdo con eso, no habrá detalle que no sea del conocimiento pleno de los ciudadanos, quienes podrán votar solo con la identificación oficial y con su clave de CURP.
La consulta, además, incluirá el otro tema objeto de debate en las últimas semanas: la inscripción de la Guardia Nacional en la jurisdicción de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Así las cosas, serán tres preguntas…A saber:
-¿Estás de acuerdo con la creación de la Guardia Nacional y su desempeño hasta ahora; si o no?
-¿Consideras que las fuerzas armadas, el Ejército y la Marina, deberán seguir en labores de seguridad pública hasta el 2028 o que regresen a sus cuarteles en marzo del 2024?
Y:
-¿Cuál es tu opinión de que la Guardia Nacional pase a formar parte de la SEDENA o dependa de la Secretaría de Gobernación o de la Secretaria de Seguridad Publica?
Todo está armado, como puede verse y hasta el resultado es altamente previsible; pero todo podía quedar en eso, en un mero proyecto, si hay un vuelco en el estado de cosas en la actual cámara de Senadores.
Pendientes pues.
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Mientras.
Al ratificar que en los hechos el secretario general de gobierno es el jefe del gabinete, el gobernador Rubén Rocha Moya instruyó a Enrique Inzunza Cázares a fomentar una mayor labor de coordinación entre sus principales colaboradores y entre sus funcionarios y el mismo secretario general de gobierno.
Esto lo dijo Rocha en público, en el marco de su conferencia Semanera, al lamentar que, por desgracia, no existe precisamente la mejor coordinación entre sus colaboradores, no por falta de entendimiento, sino por celos políticos, supuso.
Expuso, como ejemplo, la relación SEPYC-ISIFE, que presenta cifras no cuadradas respecto al total de los planteles en proceso de rehabilitación.
-No se coordinan…Y no me hacen caso – lamentó.
Añadió:
-¿La causa? Quisieran nombrar a todos los funcionarios de su área. Y como eso no es posible, se desquitan con el bloqueo a los no designados por ellos; incluso los nombrados por el gobernador. Ahí la causa principal de esa descoordinación.
En fin.
El paquete ya está en manos del secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázares, con facultades para tomar las decisiones que considere pertinentes. Esto generará algunas noticias en el curso de los próximos días.
Ya lo verá usted.
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Por otro lado.
Actualmente estamos dentro del llamado horario de verano. Será el último de la historia.
El último domingo de octubre, todos deberemos mover hacia atrás una hora nuestros relojes y esta práctica ya no se repetirá más. Al menos en el curso de los próximos años.
Volveremos a lo que llamamos el horario de invierno; pero que en realidad es el horario que utilizamos invariablemente hasta el año de 1995, cuando al entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León se le ocurrió jugar con los husos, para utilizar una hora similar a la de las ciudades de los Estados Unidos.
El ahorro de luz, por aquello de que obscurecería más tarde, fue la principal justificación. También había ahorro de dinero, según esto.
La práctica terminó. No mas horario de verano. No más horario de invierno. Solo uno, en el respectivo huso de cada Estado. Pero no hay que confundirnos, Sinaloa, por decir algo, seguirá una hora debajo de la ciudad de México y una por arriba de Tijuana, por ejemplo.
Así de sencillo.
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De 8: 30 a 9:00 horas, la mesa de análisis del programa noticioso Altavoz, que se transmite a través de las estaciones del grupo Chávez, en Culiacán, Los Mochis, Guamuchil y Guasave y Mazatlán, en un futuro no lejano. Aquí estamos, de lunes a viernes, en la Bella, en el 104. 9 de FM. Conduce Pablo Cesar Espinoza, con el concurso de Altagracia González, Francisco Chiquete y quien esto escribe. Cordialmente invitados. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre…
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