Un partido que quiere desaparecer desde sus cimientos a lo que queda de los partidos de oposición, tiene que tener muy aceitados los engranajes para la elección presidencial del 2024.
Andrés Manuel es hombre de política y de grilla.
Muy en claro tiene que el Tsunami del 2018 que se generó de manera espontánea y ayudada en parte por el presidente Enrique Peña Nieto, no es cosa que pueda repetirse una y otra vez en las elecciones constitucionales.
El diseño para la permanencia de su partido lo viene haciendo desde el primer día en que triunfó en el 2018.
Es cosa muy comprensible y para nada criticable, que los vencedores de una gran batalla jamás dormirán en sus laureles, a menos que quieran perder las siguientes confrontaciones y finalmente la guerra.
El acarreo de sus ejércitos a las urnas tiene que estar a punto y mostrar al mundo en su momento el enorme respaldo popular que se pregona.
Andrés Manuel no para en comprar votos con el reparto indiscriminado del dinero del erario.
Hace llegar despensas en metálico cada dos meses a todas las familias de México.
Es la gran diferencia de los gobiernos anteriores a Morena que solo repartían beneficios a los pueblos en los días previos a las jornadas electorales.
El presidente de México ya tiene compradas las conciencias para la sucesión presidencial, pero hay que tener a punto la manera de hacer llegar a las urnas a los que con los ojos cerrados darán el voto a sus candidatos.
Todo ejercicio electoral interno del Movimiento de Regeneración Nacional tendrá que estar encaminado al perfeccionamiento del acarreo a las urnas en el año 2024.
En la elección de consejeros reciente, hubo bastante presencia y muchos de ellos no sabían a lo que iban pero tenían muy presente que les dirían que hacer.
Se dieron discusiones y jaloneos y hasta quema de urnas en algunas partes del país, sin embargo, el presidente Andrés Manuel las minimizó en sus mañaneras y nada sucedió fuera de lo común para declararlas manchadas.
El presidente de México paró oreja y tomará las medidas pertinentes y necesarias para que los acarreos se den de manera intensa y ordenada.
Repito:
Las conciencias ya están adquiridas.
Llevar los cuerpos hasta las urnas sin que se note en las constitucionales es el gran reto y no es cosa fácil.
Andrés Manuel es el gobierno.
Lo que diga se cumple y nadie tiene derecho a cuestionarlo.
Llegó por voluntad de un pueblo harto de las infamias de los gobiernos anteriores y ha generado dentro de las masas populares la imagen de un hombre bondadoso
y caritativo.
El siguiente paso es llevarlos a votar en la elección para presidente de México y ahí es donde deberá tener perfeccionado el acarreo.
Sucederá sin que nadie pueda detenerlos.
Son gobierno y punto.
Hasta mañana.
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