Está más que claro que a los gandallas les vale madre terminar de destruir al PRI.
No se conformaron con burlarse de millones de mexicanos durante la reciente elección.
Hay que ver la desfachatez de algunos que aplauden el gandallismo brutal del dirigente nacional Alejandro Moreno.
La división era inevitable, por el abuso con que Alito y los suyos se conducen.
Durante la elección advertimos el gandallismo de los dirigentes priístas, que se olvidaron de la tan prometida ciudadanización y metieron como candidatos a varios desconocidos impresentables.
Salieron con la burrada de que la marca del partido jalaría por sí sola muchos votos.
Como si nadie supiera que el PRI, de calle, es el partido político más repudiado.
Lo de la marca fue pretexto, claro.
Como ahora, con la reforma a los estatutos, el supuesto de la salvaguarda o el rescate del tricolor.
Se pasan de mamones, dijera la plebada.
Con Alito despotricando y amenazando a quienes se atreven a disentir.
Seguirán perdiendo militantes, porque crece el número de priístas hartos de los gandallismos.
Cientos de miles de ciudadanos, quizá millones, dejarán de pensar en ellos como opción electoral.
Por más que insulten la inteligencia popular de que la reforma tiene muchas virtudes, particularmente la democrática.
¡Tiembla, Jojojorge Falcón!
Qué fregada democracia puede haber cuando se tiene como votantes a casi puros arrodillados.
Diríamos que no entienden que no quieren entender, aunque la realidad es que lo entienden muy bien pero les vale.
Tengo rato advirtiendo que el PRI no es un partido confiable, y hoy está peor que nunca antes.
Nos queda sólo el PAN como opción de supuesta oposición.
Pero tampoco van bien las cosas en el blanquiazul.
A LA UAS LE ENCANTA REPARTIR Y TRAGAR ATOLES
Ya hemos dicho que a la UAS le encanta repartir atoles en la lucha contra la persecución despiadada que encabeza el narco gobernador.
No estoy seguro si son muy ingenuos o muy pendejos.
Cuántas veces han anunciado que harán esto y aquello, y nada pescadito.
Seguimos esperando que cumplan un anuncio reciente de movilizaciones más fuertes, que no se ven.
Ahora dicen que protestarán en el zócalo capitalino para acusar ante el presidente de la república que Rubén Rocha Moya no hace caso a sus llamados al diálogo.
¿Alguien puede en serio creer que el gobernador es capaz de mandar a la fregada a López Obrador?
Está claro que Andrés Manuel le hace al loco.
Finge que busca un diálogo que termine con los abusos contra la UAS, pero permite que don Rubén siga haciendo lo que se le pega la gana.
El gobernador en lo suyo grita que obedece la “instrucción” del mesías, con el subrayado del dicho del presidente de que no se debe permitir la menor de las corrupciones.
Evidentemente, el propósito de una manifestación en el zócalo capitalino es el de meter presión federal contra Rocha.
Ojalá sirva de algo, pero me temo que no.
Si le tienen pánico a enfrentarse al presidente, mejor que se dejen de tantos panchos y se concentren en lo local.
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