Fax del Fax

La rosca de reyes

Con eso culminan las fiestas de diciembre y enero y solo resta la tamaliza del día de la Candelaria.

En algunas roscas se cambiaron las sagradas figuras y en su lugar se incrustaron la de Andrés Manuel López Obrador, o bien soldaditos para que recordemos el operativo militar de Jesús María.

De cualesquier forma, sí comeremos tamales.

Con champurrado, atole, café, o de perdida refresco.

Tuvimos una variante del operativo Lupe-Reyes. Al igual que todos los ciudadanos de Culiacán, tránsitos, polis municipales y estatales se pusieron a buen resguardo siguiendo las instrucciones del Gobernador. No salieron a las calles hasta que el olor a pólvora se ausentó por completo.

Con estas variantes, queda demostrado el dicho del presidente de la República de que su gobierno no es igual a los que lo antecedieron.

Los empresarios Ley ya sabían de este operativo y por eso no calificaron para el play off de la Mexicana del Pacífico.

Son aliados de Andrés Manuel y les avisó desde antes.

Llegaron a Culiacán 1500 soldados para prevenir disturbios futuros y tratar de disuadir a los familiares de Ovidio, para que no levanten polvo y de dediquen tranquilamente a lo suyo.

Fui testigo casual e involuntario de una protesta de los habitantes de Jesús María pidiendo justicia.

La puerta principal de Palacio se cerró a los manifestantes y de pronto se escuchó cuando se hizo añicos y los pedazos de vidrio cayeron con estruendo al piso.

Me retiré de inmediato y no supe en que terminó el borlote.

Se notan muy enchilados en contra del ejercito que hizo pedazos varias viviendas de Jesús María, al ametrallarlos desde un helicóptero con proyectiles que atravesaba con facilidad las paredes y techos de sus hogares.

No hay forma de que la herida cicatrice con rapidez.

El terror que vivieron no es deseable para nadie y hay que escuchar las demandas de los habitantes de esa comunidad y atenderlos hasta donde la tela alcance.

El más preocupado debe ser el Gobernador Rubén Rocha Moya. Tiene que instrumentar acciones que palien el coraje y la impotencia de los que se manifiestan en las instalaciones de Palacio de gobierno.

Rocha Moya cargará con culpas ajenas y estoicamente soportará toda clase de señalamientos.

Es pesada la situación que le dejó el jueves negro. De su boca no saldrán comentarios que cuestionen la labor del ejército y mucho menos lo que dispone el presidente de la cuarta transformación.

Mucha responsabilidad para nuestro Gobernador.

Rocha Moya es parte de la cuarta transformación y no puede expresar públicamente reniegos o patear el piso para mostrar enojo.

Llegó gracias a lo que dispuso Andrés Manuel López Obrador y sería un ingrato si destruyera el pesebre.

Las heridas con el tiempo sanan.

El Gobernador tendrá que mostrar entereza y enfrentar con inteligencia y valentía lo que le dejaron de regalo de Reyes.

Fue muy buen Rector y tiene la capacidad necesaria para resolver los más graves conflictos que se presenten en Sinaloa.

No partí rosca de reyes.

No me tocaron figuras de Andrés Manuel o soldados en lugar de los querubines que llenan esos trabajos de repostería.

Rubén Rocha Moya si partió la rosca y le tocaron todos los monitos.

Tendrá que brindar a los habitantes de Jesús María los tradicionales tamales y el clásico champurrado.

Es la costumbre y la costumbre se hace ley.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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