= Cifras encontradas en el numero de participantes.
= Aquí en Culiacán, fueron 20 mil, según El Debate
= En la CDMX las diferencias más acentuadas
= Miércoles 23, comparece Rocha ante el Legislativo
= Lo hizo Alito: unificó al priismo sinaloense ¡en su contra!
En medio de versiones encontradas y marcadas discrepancias en cuanto al número de participantes, se llevó a cabo este domingo, en las principales ciudades del país, la marcha ciudadana en defensa del Instituto Nacional Electoral y en contra, en términos generales, de la nueva ley electoral que empuja el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Todo acorde a lo previsto.
Para los opositores al régimen morenista y severos críticos de AMLO, las manifestaciones constituyeron un éxito abrumador en todos los sentidos, “como reflejo ineludible del descontento popular”; para los defensores del nuevo régimen, un fracaso absoluto que “patentiza el respaldo mayoritario” a los gobiernos de la Cuarta Transformación.
En la ciudad de México, por ejemplo, se habla de miles de personas en una marcha que se originó en la columna de la Independencia (paseo de la Reforma) y que concluyó en el emblemático monumento a la Revolución, justo ahí, donde aquel memorable discurso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, tras rendir su protesta como candidato del PRI a la presidencia del país, en marzo de 1994. Las autoridades capitalinas, sin embargo, no contabilizaron más allá de doce mil personas, cifra microscópica para una ciudad del tamaño de la capital de nuestro país.
Aquí en Culiacán, en tanto, la versión digital del periódico El Debate, paró su medidor en algo así como 20 mil personas, cantidad similar a la que se manejan en otras capitales de la república mexicana; pero los mandos locales no concuerdan, ni por asomo, con cifras de esa magnitud, mucho menos aquellas en las que gobierna el Movimiento de Regeneración Nacional.
Obviamente, cuando se trata de manifestaciones de esta naturaleza, motivadas por las diferencias políticas de la sociedad, será difícil, por no decir que imposible, una unificación de criterios en tales sentidos. Cada quien ve las cosas desde su óptica muy personal e interpreta los acontecimientos conforme a sus intereses muy personales, lo cual no debe ser motivo de un enfrentamiento mayor en un México ya de por si polarizado y escandalosamente dividido.
Ciertas o no las cifras de las que presumen los opositores al gobierno de AMLO, resulta evidente que es un elevado porcentaje de ciudadanos el que no está de acuerdo con la nueva ley electoral que pretende una modificación estructural de lo que es hoy el Instituto Nacional Electoral. Hay que puntualizar, sin embargo, que el INE no es solo el único tema de la reforma política, sino que existen muchos otros que también son objeto de agudas diferencias, en las que se advierten, a lontananza, el control político de la nación, como fin principal.
Pero así como el asunto tiene muchos detractores, también cuenta con muchos simpatizantes, en porcentaje similar -lo subrayamos – a la aprobación superior al 50 por ciento de la que todavía goza el presidente López Obrador y que constituye su principal fortaleza para la elaboración de esta clase de proyectos que a todas luces buscan la continuidad del Movimiento de Regeneración Nacional en el poder.
Bajo estas condiciones, resulta imposible una concordancia de criterios entre las dos corrientes que abiertamente chocan hoy en México, de tal suerte que cada una de ellas se quedará con sus propias cifras, como si realmente esto fuese el punto más importante a clarificar hoy día en nuestro país.
En fin.
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Mientras.
Todo parece indicar que será el miércoles 23 de los corrientes, cuando el gobernador Rubén Rocha Moya acuda al Palacio Legislativo a sostener un encuentro de trabajo con los 40 diputados de la sexagésima cuarta legislatura de la cámara local para redondear el formato sobre el cual se realizarán las comparecencias de sus principales colaboradores, integrantes del gabinete legal y ampliado del titular del Poder Ejecutivo Estatal. La fecha quedará definida en el arranque de la nueva semana.
Previamente, el martes 15, el secretario general de gobierno del Estado, Enrique Inzunza Cázares, acudirá también a la sede del Poder Legislativo para hacer entrega oficial del documento que contempla el primer informe de Rubén Rocha como gobernador de Sinaloa, en cumplimiento a lo que dispone el articulo 40 de la constitución política de la entidad.
Recibirá el informe, el diputado Mario Madrid, en su calidad de presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado. A su vez, será Feliciano Castro Melendrez, titular de la JUCOPO, quién coordinará el encuentro con el gobernador.
Todo esto, como resultado de las modificaciones realizadas al artículo 9 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, cuya finalidad principal es ahondar en el documento, clarificar temas y dar respuesta a los interrogantes ya no de los señores diputados, sino de los integrantes de la sociedad. Se pretende eso, precisamente, que el informe del gobernador sea de interés general y reflejo de la realidad actual de nuestro Estado, tanto en lo político, como en lo económico y lo social.
A fuerza de ser sinceros, permítanos comentarle, amigo lector, que llegamos a abrigar la certeza de que con un gobernador de las características de Rubén Rocha Moya, volveríamos a aquellos tiempos (todavía no tan lejanos) en los que el titular del Poder Ejecutivo Estatal comparecía personalmente ante los diputados para rendir su informe, en medio de toda aquella fantasía tan envolvente y que, bien que mal, era parte de la praxis política mexicana. Y si la práctica desapareció fue porque así lo decidió un presidente y luego lo imitaron los gobernadores de la mayoría de los estados del país.
Ya no será en esta ocasión; pero algo se avanzó con la comparecencia -a puertas abiertas – del mandatario, situación que no se veía desde los primeros años de la administración de Jesús Aguilar Padilla. Quizás Rocha se atreva a ello en fechas futuras.
Ojalá.
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En tanto.
El rechazo a Alito Moreno entre los priistas sinaloenses es tanto que obró el milagro de volver a llenar el auditorio “Benito Juárez” del Comité Directivo Estatal, luego de largos meses prácticamente clausurado, ante la ausencia de eventos políticos de los llamados de corte partidista.
El sábado pasado, en efecto, el “Benito Juárez” -ubicado en la explanada “Fortunato Alvarez Castro” – lució repleto, por encima de su capacidad, de militantes inconformes por lo que califican como una auténtica imposición los planes del dirigente nacional de este partido político en el sentido de que sea allá, en las alturas, donde se tome la decisión en cuanto a quien será el nuevo presidente del Comité Directivo Estatal.
La agenda de los participantes también incluía una protesta por la selección de los nuevos consejeros sinaloenses al Consejo Político Nacional -esto es sin considerar a la comisión del proceso interno que encabeza el licenciado Jesús Enrique Hernández Chávez – ; pero, a final de cuentas, esto pasó a segundo término, al centrarse la discusión en lo que sería la dirigencia del tricolor en Sinaloa.
Una cosa dejaron en claro: que podrían simpatizar o no, con el ungido para la presidencia del CDE; pero siempre y cuando sen tomados en cuenta y sea resultado de un proceso de consulta a las bases, con piso parejo y sin dados cargados de ninguna naturaleza.
¿Y sabe usted que fue lo más raro de todo?
Que el evento lo convocó el actual Comité Directivo Estatal, el que preside la diputada Cinthia Valenzuela, lo que es un claro síntoma de un rompimiento con el presidente del CEN, Alejandro Moreno y lo que ratifica que vientos nuevos soplan sobre la estructura del PRI en Sinaloa, a partir de la base de que representantes de diferentes corrientes al interior del partido son las que expresaron su sentir el sábado próximo pasado.
Obviamente, no estuvo presente el senador Mario Zamora Gastelum, ni tampoco la diputada federal Paloma Sánchez. Mucho menos el supuesto candidato de Alito, Alvaro Ruelas.
Pendientes pues.
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Mesa de análisis del noticiero Alta Voz, de lunes a viernes, de 8: 30 a 9: 00 horas, por La Bella, en el 104. 9 de FM, aquí en Culiacán y en todas las estaciones del grupo Chávez Radio en Sinaloa. Conduce Pablo Cesar Espinoza, con la participación de Altagracia González, Francisco Chiquete y quien esto escribe. Cordialmente invitados. Y nos fuimos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre…
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/agenda-politica/.