Nacimos para ser felices, no para ser perfectos. El amanecer es la parte más bonita del día, porque es cuando Dios te dice, levántate, te regalo otra oportunidad de vivir y comenzar nuevamente de mi mano. Los días buenos te dan felicidad, lo días malos te dan experiencia, los intentos te mantienen fuerte, las caídas te mantienen humilde, pero solo Dios te mantiene de pie. Un pequeño pensamiento personal. Seguimos adelante.
Héctor Melesio Cuén Ojeda es un político que ha construido muchas relaciones políticas a lo largo y ancho del estado de Sinaloa y en diferentes regiones del país, además con distintas ideologías, a lo cual representa un binomio electoral para su plataforma política de Sinaloa.
El líder moral del PAS, Héctor Melesio Cuén, pudiera decirse, hagan lo que yo hice, pero con el aclarado que, arrastra un capital político extenso en varias ramas, sobre todo, en el área empresarial y universitaria. Pues para mostrar capital que lo evidente no está –no suele estar- en el discurso político actual. Y que la duda menos.
Un hombre caballeroso, que poco a poco se le van sumando más adeptos a su partido y a su proyecto político. El respeto hacia Cuén Ojeda es sinónimo de una agudeza política muy suspicaz, empírica y con un alto grado de hacer política de mucho nivel, ya que la espera a que se abra la caja de pandora, las condiciones y circunstancias, tiene muy claro los objetivos a trazar. Por lo tanto, se siente muy “Agusto”.
La felicidad de sentirse acompañado es parte de su esencia y esto lo convierte en un ser social. Pero para vivir en armonía, plenitud humana y alcanzar las metas que Cuén se plantea con las personas con las que convive es necesario una herramienta, una estructura que sostenga la comunidad, le dé dirección y la fortalezca y es ahí cuando la vida se convierte en política para el líder moral del partido del PAS en Sinaloa.
Para Cuén, la vida es política, el ser humano es un ser político, un animal dotado de inteligencia y voluntad y una buena dosis de libertad que busca actuar, ser congruente, asociarse y negociar en sociedad para llegar al bien común.
Para Cuén, “hacer política es hacer pasión”. Pasión de buscar el bien, de conocer la sociedad, llegarla a amar para luchar por ella, es patriotismo, dedicación, corresponsabilidad, dar lo mejor de sí, buscar el bien común, construir un mejor entorno. En pocas palabras, es buscar la plenitud humana a partir de una sociedad que prospera por el apoyo mutuo.
El ser político es gobernar, pero no refiriéndose al puesto mismo del Estado, sino gobernar nuestras inquietudes y debilidades y transformarlas en convicciones que unan y cohesionen una mejor ciudadanía, un mejor futuro.
Necesitamos seres políticos en estos tiempos difíciles de coyuntura nacional, que representen al verdadero ser empático y ciudadano. Así califico a Cuén.
GOTITAS DE AGUA:
No sabemos qué resultados políticos vaya obtener en un futuro, pero sabe que lleva muchos años implementado una política subjetiva, sin esconder las culpas debajo de la alfombra, en su momento hablará, y que la ilusión de aquellos tiempos se mantiene, pero revalorado.
Quizá existan muchos incrédulos, pero la sustancia del fuego sagrado sigue siendo posible, reinventarse y continuar escalando sin excesos de idealismo, porque la que tiene la fuerza es la masa. Y si esa masa no pone el hombro, no hay hombres geniales que cambien la historia.
La política es como la rueda de la fortuna, a veces arriba y a veces abajo, eso lo entiende a la perfección el maestro en ciencias y muchos más que están en las gradas, con esa mirada de gnomo sigiloso, de viejito feo que las ha visto todas. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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