Me dieron ganas de no salir a pelear hoy porque es mi cumpleaños, pero se me pasaron.
Sería muy irresponsable de mi parte que el dolor de los demás me sea indiferente, y que la reseca muerte me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente (“Sólo le pido a Dios”, del cantautor León Gieco).
No faltan los que a cada rato me machacan que de nada sirve gritar las verdades incómodas, pero yo tengo otros datos.
Cierto que hoy más que nunca la mayoría de los políticos parece que no nos ven ni nos oyen, pero la realidad es que les duele muchísimo que los exhibamos.
Que son muy cínicos, eso ya es otro cantar.
Así que a seguirle, porque chango viejo no aprende maroma nueva.
CERO CANDIDATOS TRAIDORES, EL CAMINO
Voy a dar una asesoría gratuita a los partidos que se sienten o dicen opositores a la farsa disfrazada de esperanza.
No permitan candidaturas de traidores ni de cobardes.
Sería un insulto, más que una ingenuidad, recompensar a quienes arrodillados por comodidad o por cobardía favorecieron políticamente a los que todos los días nos mienten, nos roban y nos matan.
Vayan unidos todos los partidos que sí quieren un México mejor.
No es fácil, cierto, pero se puede.
2023 CON MÁS DEUDA, PARA COMPRAR VOTOS
Cuántas veces ha presumido el engaña tarados que no ha contratado ni una deuda externa durante su gobierno.
Aunque en ocasiones el chimoltrufio se desmiente señalando que son “créditos de rutina”, vuelve luego a la mentira de que nunca lo ha hecho… ni lo volverá a hacer.
Sus corcholatas repiten lo mismo cada vez que tienen oportunidad, porque son iguales de cínicos.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador contrató, tan sólo ante el Banco Mundial, más deuda externa que durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Tendremos año electoral en el 2023, con dos comicios cruciales en el Estado de México y Coahuila.
Preparación del terreno para un 2024 en que elegiríamos nuevo presidente de la república.
Con el detalle de que en este año próximo se contempla dentro del presupuesto de ingresos que la deuda crezca en más de un billón de pesos.
No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para saber el motivo de estos nuevos endeudamientos.
Quieren comprar más votos, porque tienen mucho miedo de que se les acabe el poder, con el peligro de terminar en la cárcel.
Más millones de familias con limosnas gubernamentales y la amenaza de que esos beneficios serán cancelados si no vuelven a ganar los de Morena.
Nos seguirán matando con nuestro dinero, y continuarán robando.
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