Joe Dimaggio ha sido uno de los jugadores más admirados y queridos en la historia del Beisbol de ligas mayores y jugó por 13 temporadas como jardinero central de los Yankees de New York.
Su marca de 56 juegos consecutivos pegando de hit se mantiene desde hace 81 años y nadie ha podido ni siquiera acercarse a su hazaña.
Su nacimiento fue en california, en un pueblo llamado Martínez un 25 de noviembre de 1914 y falleció en Hollywood, Florida el 8 de mayo de 1999.
Su nombre completo era Giuseppe Paolo Dimaggio y sus padres Rosalía y Giuseppe Dimaggio.
Su ascendencia italiana le daba un porte extraordinario dentro y fuera del
campo de juego. Cautivó a la más grande estrella de Hollywood de aquellos tiempos y se casó con el sueño de amor de todos los mortales que era Marlyn Monroe.
No había joven de mi tiempo en la universidad que no se metiera al baño con la foto de Marlyn para darle duro con las dos manos.
Elegante para jugar, muy eficiente para el fildeo y veloz sobre las almohadillas. Era un ídolo indiscutible de la fanaticada de New York.
Pocos como el en personalidad.
Su marca de 56 juegos consecutivos pegando de hit en ligas mayores se inició el 15 de mayo y terminó el 16 de julio de 1941.
Bateó en 223 turnos y pegó 91 hits entre los que se cuentan 16 dobletes, cuatro triples y 15 jonrones.
Remolcó al plato 55 carreras y anotó en 56 ocasiones.
Le dieron 21 pasaportes y lo golpearon dos veces.
En Ligas menores de la costa del pacifico en Estados Unidos ya había implantado un récord de 61 juegos pegando de hit y eso lo repitió en ligas mayores con 56.
Que extraordinario pelotero y lo apodaban el Yankee Clipper o Joe que antecedía a su apellido.
Cuantos récords se han quebrado en las ligas mayores y el de Joe Dimaggio sigue sin que nadie pueda acercarse.
Otro Yankee tiene otro récord desde 1956 al lanzar un juego perfecto en serie mundial y nadie ha podido repetir la hazaña. Su nombre Don Larsen y su figura se agiganta con el tiempo.
Joe Dimaggio embrujó a la bellísima Marlyn Monroe y por dos años compartió la cama y gozó del codiciado cuerpo y compañía.
Medía 1.88 de estatura y pesaba 87 kilos.
Un caballero muy destacado de aquellos tiempos.
Su porte era el de un potentado de linaje y hasta su muerte conservó su garbo.
Tengo la idea que en San Francisco era dueño de uno de los más cotizados restaurantes y era un privilegio formar parte de su clientela.
Cuando estaba presente saludaba de mano a los comensales y siempre con la sonrisa a flor de labios.
Privilegiado caballero y dueño de facultades enormes del deporte del Beisbol.
Siempre lo admiré y jamás lo olvido.
Mi envidia de estudiante de secundaria no tener entre mis brazos a la Marlyn y gozar de las maravillas de su sexo.
Dios tenga en la gloria a Joe Dimaggio y a mi soñada Marlyn Monroe.
Hasta mañana.
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