Como nunca antes habíamos visto, la 4T tapa con enorme descaro sus corruptelas y se reafirma como la farsa que llegó para mentir, robar, traicionar y asesinar.
Precisemos que eso de tapar es un decir, porque los escándalos y las exhibidas han sido muy duros.
Las raterías evidenciadas en el libro “El rey del cash” bajaron de tono quizás con todo propósito por el gobierno al dirigir las discusiones al hackeo contra la Secretaría de la Defensa Nacional.
Durante varios días el presidente no pudo disimular su furia por el libro y la enorme difusión que tuvo a nivel nacional, y aunque sigue enyerbado ahora los golpes son en mayor medida contra el Ejército.
Han sido casi dos semanas demoledoras para el mesías.
Aunque “El rey del cash” lo exhibió con crudeza, casi brinca esa tranca sin más daños aparentes que los del momento de la publicación.
Con el pequeño pero importante detalle de que creció el número de convencidos de que tenemos un presidente de la república ladrón, y cínico.
Los testimonios y revelaciones del libro serán retomados, y para nada es un asunto finiquitado.
La instrucción desde palacio nacional fue que todo mundo se concentrara en defender al Ejército, para poner ese asunto en la agenda nacional y eludir en lo posible las amarguras del cash.
Todo el ruido que se pueda para mantener la impunidad a favor de los militares delincuentes, sin importar los ridículos, como negar que la Secretaría de la Defensa Nacional realiza labores de espionaje.
El año de 2019 pagaron 60 millones de pesos por el software Pegasus, que sirve para la intervención de teléfonos celulares.
Se infectan los dispositivos con sistemas operativos Android e IOS, para obtener su información.
Ahí está el contrato, documentado en las revelaciones del hackeo de guacamaya.
Pero como “no somos iguales”, ahora el espionaje dejó de existir para convertirse en “labores de inteligencia”.
Como los moches rateros que oficialmente son “aportaciones del pueblo bueno y sabio”.
Muchas razones tenemos para sacar a patadas a los de la transformación de cuarta.
Urge recuperar a nuestro país y a nuestras instituciones.
EL EJÉRCITO QUE SE NIEGA A TRANSPARENTAR
A propósito de las fuerzas armadas, es un insulto a la patria la negativa para comparecer ante el poder legislativo.
Que es por “tradición”, dijo el senador morenista Ricardo Monreal, otra vez en su papel de rufián.
Así las cosas con este gobierno que en el discurso presume ser el más transparente de la historia pero en los hechos oculta hasta lo que el presidente gasta en papel para limpiarse el asterisco.
UN MOMENTO PERSONAL PARA FELICITAR A MI ESPOSA
Cumple años hoy mi esposa Paloma, y desde este espacio quiero reiterarle mi profundo agradecimiento.
Especialmente por la excelente madre que ha sido con nuestros tres hijos.
Y por supuesto por aguantarme durante casi 25 años, con lo batalloso que soy.
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