Al presidente de México, le gusta sobre todas las cosas, tener el control absoluto de la política interior.
El abuelo de gobernación federal es la corcholata que más rueda en todo el territorio nacional, con el cuento de instruir a los congresos locales donde tienen el control los morenistas y dialogar con las diputaciones donde es la oposición la que gobierna.
La nueva reforma constitucional es el pretexto y cada Estado que visita se convierte en nido donde deja sus huevos empollando.
Melesio Cuén Ojeda decidió desde hace algún tiempo, manifestar públicamente que sus preferencias se inclinan por el Secretario de Gobernación. El líder moral y creador del Partido Sinaloense ligó su futuro al verdadero amigo de Andrés Manuel López Obrador y juntos correrán la misma suerte.
Los que gustamos de escribir y verter nuestros puntos de vista, nos estamos quedando sin personajes distintos a los que avienta el presidente. Las estructuras de la alianza opositora fueron dinamitadas por el presidente nacional del PRI y la dejó completamente indefensa ante las grandes fuerzas en el poder. Alito Moreno hizo el cálculo personal de su seguridad y rindió tributo al hombre de Tabasco.
Así que, y en consecuencia de, nos queda narrar sin derecho a opinar, lo que suceda al interior de las estructuras gubernamentales y a describir logros y resbalones de los marcados por Andrés Manuel y de cuando en cuando, atisbar a los lugares donde se den brotes de rebelión ciudadana.
Augusto camina a gusto y es López.
Si las decisiones se tomaran con el visto bueno de los gobernantes de Los Estados Unidos de Norte América, tendríamos que voltear los ojos a esa corcholata que tiene grabado el nombre de Marcelo Ebrard.
Se maneja bien y no se confronta con los poderosos vecinos.
Se nota que es del agrado de los funcionarios de Joe Biden.
A diferencia de Don Augusto su camino es territorios extranjeros y su marca queda grabada en el exterior.
De todas maneras, su accionar trasciende entre los mexicanos.
Tiene seguidores en Sinaloa, muy cautos e institucionales, que darán la voz de arranque si es el escogido de Andrés Manuel.
Es la diferencia que tienen con Melesio Cuén Ojeda.
El líder del PAS no se anda con rodeos.
Claudia Sheinbaum es la corcholata con faldas que supuestamente es la preferida de nuestro presidente.
No tenemos idea quién la patrocine en Sinaloa.
Miento, hay quién jura y perjura que nuestro Gobernador la considera su corcholata favorita.
Rubén Rocha Moya tiene su corazón bombeando sangre política las 24 horas del día y por motivos de su encargo tiene derecho a guardar silencio.
A propósito de la visita de Don Augusto, nuestro Gobernador lo invitó a comer en el famoso restaurante MAR & SEA y juntos llegaron a la mesa de Don Juan S. Millán para saludarlo.
Muy buen gesto de cortesía que pinta la calidad de Rubén Rocha Moya y el Secretario de Gobernación.
Hasta mañana.
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