Sobre el Camino

Incertidumbre aliancista

Ruego al lector darle vuelta a la página y expresarle lo siguiente, una gran nebulosa enrarece el panorama nacional. La incertidumbre se apodera de los espacios económicos, políticos y sociales. La ruptura y el desencuentro parecen ser los factores dominantes en la dinámica mexicana.

Día con día se abren nuevos frentes que incentivan la complejidad, catalizada por intereses, aspiraciones y ambiciones personales y de grupos divergentes en los máximos niveles de decisión que apuntan a la polarización, tanto dentro como entre los diversos partidos políticos. Nada está definido, no hay claridad en el futuro, lo único cierto es que todo es incierto. La disciplina, ha quedado demostrado, al interior de los partidos es frágil en prácticamente todos y los intereses divergentes hacen a cada paso inviable la conformación de una fuerza opositora con la potencia suficiente para enfrentar al movimiento en el poder.

El PRI de Alejandro Moreno y Rubén Moreira tendrá que ajustar cuentas con la historia. Pero los días pasan y parece que PAN y PRD desean correr la misma suerte que su antigua coalición. Porque el problema con ambos escenarios es que en cualquiera de ellos el PAN y el PRD salen muy debilitados: son las variables dependientes de lo que hagan otros, un papel extremadamente incómodo sobre todo para los panistas, que hay que reiterarlo, tienen más gubernaturas, más peso en el Congreso de la Unión, pero menos colmillo.

El PAN podrá argumentar que decidió no romper desde el momento inicial de la traición de “Alito” Moreno porque privilegia la unidad, dado que esta da vialidad a triunfos aliancistas en las gubernaturas de 2023 y en la presidencial de 2024. La forma en que el tricolor trata a sus aliados cuenta, y mucho.

Cada hora que pase, el PAN y el PRD pierden tiempo clave para posicionar el discurso que han de promover para buscar un futuro. Todas las diferencias y enfrentamientos que tuvieron históricamente esas fuerzas con el PRI fueron olvidadas en pos del objetivo mayor de hacer frente, de contener al lopezobradorismo. Pero ya ni eso será creíble.

Muchos diputados tricolores son “huérfanos”, es decir, ya no tienen un tutor político que les tire línea; otros se reagrupan en torno a los nuevos liderazgos que existen en el seno de la fracción y los más, frustrados, usados y engañados buscan incluso dejar la bancada del PRI. Hay diputados que son fieles a su gobernador, como los del Estado de México y Coahuila.

Este escenario ya de suyo complicado, pondrá a los legisladores en la disyuntiva de escoger sobre cuál postura asumirán en temas torales para México, como la discusión del Paquete Económico del próximo año o la reforma electoral.

GOTITAS DE AGUA:

 

A dos años de que se termine el sexenio de AMLO y con el “Primor”(PRI-Morena) consolidados por la abyección de “Alito”, se ve muy cuesta arriba en los tricolores fieles a sus convicciones, a la plataforma del partido y a sus alianzas, que aun recuperando la batuta de su partido puedan ser una opción atractiva para los electores.

En la discusión del Paquete Económico de 2023, la fracción del PRI asegura que rechazará la propuesta del Ejecutivo, empero, su credibilidad está por los suelos, por lo que es incierto cuál postura asumirá.

Subrayaron que están en contra de la propuesta entregada a la Cámara de Diputados, porque las prioridades de México no están plasmadas en ella. Además, mencionaron que en el presente presupuesto federal no hay impulso a la economía familiar, al crecimiento económico o a la actividad productiva. “De nuevo Morena pone por delante sus intereses y no el de los mexicanos”.

Todo lo demás que digan, hagan o despotriquen Alejandro Moreno y Rubén Moreira es ocioso, faccioso y mentiroso. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

 

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Benjamín Bojórquez Olea

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