Alcaldes cicateros como el de Culiacán se niegan reabrir centros de atención para niños en apoyo de madres trabajadoras, madres estudiantes y padres solteros.
Este programa creado hace aproximadamente treinta años desde el DIF nacional opera hoy con graves limitaciones luego de que por la pandemia se ordenó el cierre temporal de los 26 centros en Sinaloa.
En la actualidad solamente funcionan doce, y de los catorce cerrados hay cinco que podrían abrir de nuevo próximamente en El Rosario, Escuinapa y Mocorito.
De los restantes nueve centros, nada de interés por los respectivos alcaldes.
Veintiún Centros de Asistencia Infantil Comunitaria y cinco Centros Asistenciales de Desarrollo Infantil -CAIC y CADI-, que atienden a niños de entre 18 meses hasta los seis años de edad.
Estos centros de atención comunitarios son espacios de cuidado asistencial y formación integral a niñas y niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
El cumplimiento de este derecho tan necesario para cientos de madres y papás solteros enfrenta el desafío de presidentes municipales que como el culichi Juan de Dios Gámez Mendívil se ha mostrado muy insensible e inhumano.
Es un caso que merece destacar en lo negativo, porque este ayuntamiento tiene cinco centros en total, y ninguno está funcionando.
En la colonia Lombardo Toledano hay un CAIC que atendía a más de cuarenta madres de familia trabajadoras, que el anterior alcalde Jesús Estrada Ferreiro dejó listo pero el ahijado del gobernador se niega a reabrir.
De los otros cuatro centros comunitarios en la capital sinaloense, uno está casi en las ruinas y tres más con daños menores.
Un brutal cero de cinco en Culiacán, particularmente por culpa de un presidente municipal que considera que estos “gastos” no valen la pena.
Precisemos que se trata de un programa que tiene controles muy estrictos por parte del DIF Sinaloa y del nacional.
Personal capacitado y certificado, con la supervisión y opinión favorable de protección civil en cuanto a las instalaciones operativas y las medidas de seguridad.
No son guarderías patito, y ejemplo muy claro es la administrada por el DIF estatal, el CAIC Abejitas en la colonia Díaz Ordaz.
¿Qué hace falta entonces para que este programa social funcione como se debe?
Sólo alcaldes humanistas, que no sean cicateros y que dejen de actuar contra nuestros niños.
Tanto que nos presumen en esta transformación que trabajan por los niños, pero como vemos en lo que aquí comentamos hay contradicciones muy repudiables.
Esperamos corrijan, en sentido de nobleza, de verdad y de justicia.
ALCALDESA CORRIGE O CONFIRMA QUE ES BASURA
Margoth Urrea Pérez, alcaldesa de Navolato, está en el dilema de corregir o confirmar que es basura.
El arresto de una mujer policía por denunciar abusos de poder en su contra reafirmó que se tiene ahí un gobierno autoritario que no respeta los derechos humanos más elementales.
Nos aseguran que la presidenta municipal es una mujer sin estudios y sin preparación.
Con la precisión de que nada es más importante que las ganas de servir al pueblo, y sin esto y sin lo anterior los problemas llegan de manera natural.
Al puro estilo de la farsa disfrazada de esperanza, que permite que al poder lleguen personas que sólo van a servirse a sí mismos y a sus cuates.
Pendientes.
GOBERNADOR TRABAJA POR SU PARTIDO, NO POR SINALOA
El gobernador de Sinaloa no se cansa de violar la constitución, y lo hace sin recato.
Asistió a la reunión de su Morena, y aunque no se permitió la asistencia a los periodistas se conocen algunos de los detalles sobre lo sucedido.
Quizás Rubén Rocha Moya creyó ingenuamente que nadie se enteraría.
O fue puro valemadrismo, su compromiso de trabajar intensamente por la unidad de su partido político.
Sabe bien que eso es ilegal, pero nada le importa.
Vive en su burbuja de impunidad y de cinismos, con la bola de aplaudidores que le dan piola aunque la zurre y la zurre.
Que tengamos escuelas sin funcionar y hospitales sin medicinas no es cosa por la que se preocupe.
Hay prioridades, y las suyas son partidistas.
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