uienes lo conocen saben que ha su prematura disposición y coyuntura política como edil del municipio más importante de Sinaloa, su despacho es la calle, el contacto social y personal. En el ejercicio de la responsabilidad pública cuando ha tocado siempre ha actuado de la misma manera siendo un ciudadano más. Camino, utiliza en ocasiones un vehículo y transporte público, se para y habla con la gente, atendiendo siempre a quien quiere hablar con él, incluso cuando su actitud es reivindicativa o contraria. Siempre ha entendido y defendido el contacto personal. Esa ha sido su característica en su nueva encomienda y aparición pública. Así otorgarle el beneficio de la duda.
Lo que hemos observado en Juan de Dios Gámez Mendívil, que es un alcalde que habla claro con sus habitantes, con sus vecinos, en donde argumenta que se puede vivir mejor, apostándole a un territorio con crecimiento empresarial y obra social, más formalidad y menos exigencia de cuotas.
Juan de Dios puede armonizar el comercio informal y hacer crecer los negocios vecinales. A mi criterio, con la pandemia ocurrieron hechos lamentables, aunado a la conducta del anterior alcalde. Desempleo, una de ellas. Entonces, ¿por qué no poder convertir una cochera de la casa en un negocio? Hay que facilitar la vida económica.
Juan de Dios es un joven empático con todas aquellas familias que están buscando la manera de cómo vivir mejor y llevar el ingreso a casa, dar mejor atención a engorrosos trámites de la función pública y apertura de negocios, de mejor atención a las familias de la capital sinaloense.
Sabemos que tiene un gran reto, pues dar solución a los comerciantes de la vía pública y destinar recursos a los servicios: luminarias y limpia, con transparencia y disposición.
Hasta el momento no habido nada editado en la persona de Juan de Dios, siempre disponible y esperemos que siga de la misma manera, atrevido, gestor, decidido, humanista y ejecutivo.
Una propuesta sería: los líderes dan aportaciones, pero si ese recurso no llega a la alcaldía, pues eso se está quedando en manos de particulares. Se puede empadronar a los comerciantes de la vía pública, sería lo más sano. Incluso, esos espacios pueden ser tratados con urbanistas para aprovechar mejor el espacio público. Y generar e invertir en el mejoramiento urbano.
Y lo que está intentando el edil culichi es hacer más humana la alcaldía, un alcalde que trabaja fuera del despacho, conociendo los problemas de forma presencial en las colonias urbanas y rurales. Lejos del escritorio. Porque hay muchos problemas que enfrentar ante tanta polarización social generalizada.
GOTITAS DE AGUA:
Las metas aun no alcanzadas en libertad, democracia y justicia social en México y respectivamente en Sinaloa revelan que se requieren nuevos planes, políticas públicas y acciones, y al mismo tiempo poner de manifiesto que es necesaria la presencia de nuevos personajes en el servicio público, pensadores e ideólogos, desde luego, pero también de honrados, leales, eficaces y hábiles operadores, que asuman como propio y no le den continuidad a contradicciones sociales y recuperar la visión estratégica de largo aliento.
A mi criterio, se debe destacar y privilegiar la eficacia, para que el quehacer político y social se enriquezca. Se les deben dar nuevas y mejores oportunidades de acceso a la toma de decisiones políticas fundamentales. Se debe mejorar el servicio público y se deben inculcar valores y principios humanistas, de honradez y de rectitud entre las y los servidores públicos. Se debe exigir la transparencia y la rendición de cuentas a cabalidad.
Juan de Dios tiene un gran reto a sus espaldas, las expectativas son muy altas, pues tiene como principal base de apoyo al gobierno federal y estatal, pues esa conectividad le permitirá proyectar a Culiacán en un municipio de vanguardia, y claro está, sin descuidar lo que líneas arriba comentamos. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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