Dura verdad es que ningún remedio tenemos con un gobernador tan cínico y tan desvergonzado.
Sólo porque lo veo puedo creer que Rubén Rocha Moya actúe con esa doble moral tan ridícula de criticar los salarios que se pagan a quienes sí trabajan en la UAS.
La ridiculez porque él mismo como jubilado gana más de 84 mil pesos mensuales, y tiene en la universidad a dos de sus hijos cobrando sin trabajar.
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Que les dejen de pagar a sus dos muchachos y asunto arreglado, dijo sobre esto último el hipócrita.
Como si el delito no existiera y como si ser aviador no significara robarle dinero a la universidad y al pueblo.
La complicidad universitaria no quita que Eneyda y Ricardo Rocha Ruiz sean dos ladrones solapados por papito.
Sin que olvidemos que el hijo mayor, Rubén Rocha Ruiz, es investigado en Estados Unidos por recibir cuando menos una transferencia bancaria del crimen organizado por más de 50 millones de pesos.
Una familia de delincuentes, a la vista de todos.
Un gobernador que llegó con todo el apoyo del narco, secuestrando opositores y robando votos.
Rocha Moya colecciona estigmas, y al de narco se le suma lo de corrupto y cínico.
Lo más grave de todo es que actúa así sin importarle siquiera un poco.
Cuenta con la complicidad de su partido y de todo lo que controlan, y a eso se atiene.
Al pueblo hay que seguirle robando, y que se aguante.
Algo tenemos que hacer los sinaloenses frente al delincuente que nos gobierna.
Lamentablemente faltan valientes.
Me comentaban ayer otra vez lo peligroso que puede resultar decirle al gobierno las verdades que les incomodan.
La respuesta volvió a ser la misma: alguien tiene que animarse.
Hay muchos cómplices ya, y conmigo no cuentan.
EL DIPUTADO FELICIANO, OTRO CÍNICO
No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para advertir que existe una campaña de ataques contra la UAS.
Tampoco nos acabaremos casi las neuronas para encontrar que las agresiones son encabezadas por el gobernador Rocha Moya.
Con la Universidad Autónoma de Sinaloa levantando la voz para reclamar las mentiras oficiales, y para avisar que harán lo que se necesite.
Como era de esperarse, salieron los aprontados a respaldar a su patrón el gobernador.
Sin entender o valiéndole su ridículo, el diputado local Feliciano Castro Meléndrez expresó su indignación por los altos salarios uaseños.
Con el problema de que él mismo gana mucho más que los universitarios e incluso que el propio presidente de la república.
Otro candil de la calle y oscuridad de la casa, títere de Rocha que se le suma en su permanente faceta de engaña tarados.
EMPRESA PRIVADA EN OFICINAS DE GOBIERNO
En varios municipios de Sinaloa, las oficinas de recaudación del gobierno estatal comparten espacios con una empresa privada de seguros.
Es en realidad un consorcio, Alorva, que por supuesto está ahí con la aprobación de los altos mandos del gobierno sinaloense.
Un negocio privado dentro de una oficina pública.
Hace algunas semanas nos adelantaban que uno de los hijos del gobernador preparaba un programa para recibir “moches” de las empresas aseguradoras.
Muy claro está el cómo funciona este negocio.
Dar “facilidades” a unas empresas, con una comisión de por medio.
Así las cosas con este gobierno cuyo gobernador aseguró públicamente que en su administración no habría tráfico de influencias para beneficiarse como familia.
Un chiste más del mal remedo de cómico.
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