Fax del Fax

Mi voto no será para Morena en el 2024

Tampoco lo voy a desperdiciar sufragando en favor de los Ríos Tamazula o Humaya o del perro que adoptamos en la CANACO de Culiacán.

Tiene que ser razonado y sazonado.

No le entregaría mi voto a la Claudia Sheinbaum o al abuelo de la familia Monster encarnado por el Secretario de Gobernación.

Ricardo Monreal me llena el ojo por aventado y de amplia preparación política y sobrado de experiencia legislativa.

Ya fue gobernador y la obtuvo en los tiempos en que luchar en contra del PRI era verdadera odisea.

Zacatecas lo recuerda con mucho afecto.

Marcelo Ebrard me cuadra bastante.

Ha sabido lidiar al bárbaro de Tabasco.

No cualquiera puede darse el lujo de enmendar entuertos creados por el presidente de México y que pegan en el extranjero.

Se necesita estomago para aguantar a Atila López obrador.

Lo tengo en mi lista de favoritos.

Alito Moreno no encuadra en mis exigencias. Se encuentra muy manchado y con gruesa capa de excremento en su humanidad.

Lo tacho, en definitiva.

Beatriz Paredes Rangel tiene mi respeto, y sin duda, por ser de la oposición responsable contaría en un momento dado con mi preferencia ciudadana.

Estoy seguro de que jamás ganaría la presidencia jugándole contras al sagrado gobierno que está más bravo que un león.

Lo mismo pasa con Luís Donaldo Colosio Riojas.

Mi sufragio lo tendrá, siempre y cuando no compitan Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard.

Marcelo y Ricardo son mis gallos verdaderos.

Pero no son de Andrés Manuel López Obrador y es la desventaja inmensa que los separa de Palacio Nacional.

A uno de estos dos que cobijara Movimiento Ciudadano y que los demás partidos lo respaldaran con o sin alianza, haría que los calderos del diablo lanzaran chorros de espuma caliente por todo el País.

No es imposible, si Dante delgado abandona su posición de cero alianzas y entabla pláticas con el PRI, PAN y PRD.

Saldrían chispas de las balatas.

No habría freno de mano que detuviera su corredor.

Podrían ser el dolor de cabeza del presidente y su cuarta transformación que nos tiene hasta la coronilla con tanta estupidez.

No quiero hablar de Sinaloa.

Espero que los ánimos se calmen y así no me tocan pedradas que no quiero recibir en mi cabeza.

PAZ Y PAS, casi suenan igual y en ocasiones significan lo contrario

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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