Punta de Lanza

Estrada… ¿el blindaje de “El Químico”?

Negarlo es imposible; Ignorarlo sería inconcebible, máxime cuando las evidencias de los hechos se exponen ante nuestros ojos.

El alcalde de Mazatlán Luis Guillermo “el Químico” Benítez está siendo enjuiciado mediáticamente por sus cada vez más visibles enemigos políticos.

Y en efecto, son juicios mediáticos, y no jurídicos los que hasta el momento penden sobre la cabeza del alcalde mazatleco.

Habría que decir también, que los juicios que se suscriben a través de comentarios y opiniones en los diversos medios de comunicación, son por el momento, solo de carácter político.

Sin embargo, la realidad es que con cada día que transcurre, las acusaciones en contra de Benítez Torres en su calidad de Presidente municipal se siguen acumulando y generando la sensación de que el juicio mediático podría tomar forma y convertirse en judicial.

Y es que no son pocos los que acusan al “Químico” Benítez de ser un bandido, y lo peor del caso es que los que lo acusan aportan elementos de prueba para sustentar sus dichos.

Por nuestra parte, quisiera yo pensar que el calificar de bandido al famoso “Químico Benítez, obedece a la sugerencia de que el alcalde es parte de una poderosa banda de cómplices, socios y aliados que de manera conjunta cometieron y siguen cometiendo diversas irregularidades en el ejercicio de la función pública.

Por esos motivos, agrupaciones sociales, activistas del mismo municipio, líderes políticos y ciudadanos independientes, están exigiendo juicio político y destitución del cargo en contra de Luis Guillermo Benítez.

Pero, interesante me parece, y necesario decirlo, que ante la andanada de críticas, señalamientos y acusaciones políticas y judiciales en su contra, “El Químico” solo se sonríe y alza la vista al cielo, tal vez reviviendo para sus adentros el episodio en que el viento hiciera la travesura a Juárez.

Y en efecto, Luis Guillermo Benítez, pese a la andanada que se le ha venido encima, se muestra sereno; Ecuánime dicharachero y seguro de sí mismo; Al señor hasta se le ve cantando.

Ante tan interesante actitud del mandatario mazatleco, las preguntas se resbalan por sí solas en el tobogán de las especulaciones.

¿Por qué tanta seguridad en su ecuanimidad política?.

¿Será algún pacto con sus padrinos políticos de MORENA, lo que le hace sentir seguridad, y suponer la gracia de la impunidad ante las acusaciones que sobre su persona se vierten?.

¿Seguirá siendo factor de peso su amistad con el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, lo que mantiene sereno al “Químico?.

¿Existirá acaso un acuerdo con el gobernador Rubén Rocha Moya para ayudarlo a sortear el vendaval que cada día golpea más fuete su investidura de alcalde?.

¿O podría ser la fuerza política y económica de su influyente “banda” de aliados y cómplices, la que le ha ofrecido su manto protector?.

Son muchas las interrogantes que surgen respecto a la suerte que en los próximas días o semanas correrá el Alcalde de Mazatlán, sin embargo, nadie parece tener a la mano la respuesta cierta y comprobable.

Lo que sí afloran con crudeza son los rumores y análisis especulativos de parte de quienes de alguna manera nos atrevemos a analizar los escenarios políticos.

En mi caso particular, me atrevo a considerar que la apuesta del alcalde Benítez Torres, no sería tanto a su inocencia respecto a las muchas acusaciones de que está siendo objeto, sino a la entendida necesidad de MORENA su partido, de evitar a toda costa seguir llevando a la guillotina política a personajes importantes de sus mismas filas.

Recordemos que MORENA está en un proceso de organización política, estructurando y dando forma legal a su movimiento, en cuyo ejercicio necesita fortalecer su armonía interna y enviar un mensaje de unidad partidista.

Sobra decir entonces, que llevar a un juicio político y posible destitución del cargo al que sería el segundo alcalde de MORENA en menos de un año, en el mismo estado, y peor aún, por actos de corrupción, sería un golpe de doble impacto para ese partido.

Por un lado, le pegaría en el corazón, y exhibiría como fallido al emblemático proyecto del Presidente de la República de combatir a los corruptos.

Y en el segundo caso, sin duda debilitaría políticamente a MORENA, ya que dicho partido sería también exhibido como un ente político similar o peor de corrupto al que en 2018 le arrebataron el poder. y eso no les conviene, máxime en estos momentos en que se aproximan elecciones importantes en las cuales se juega su futuro político.

Basado en tales hipótesis, me es factible considerar que el “Químico” Benítez podría contar con una especie de blindaje político que lo protegería de ir al banquillo de los acusados y enfrentar una sentencia por los supuestos delitos cometidos.

Un blindaje o muro de protección política, que su suerte y las circunstancias le están ofertando y que tiene nombre y apellidos; JESUS ESTRADA FERREIRO.

Y es que el alcalde mazatleco sabe, que para MORENA sería desastroso enjuiciar por corrupción a dos de sus Presidentes municipales en menos de un año, y todavía peor, en un estado de la república gobernado por un miembro del propio partido.

Ante el panorama descrito, me atrevo a pensar que en Sinaloa podría ocurrir un hecho que nadie se habría siquiera imaginado hace algunos meses.

Me refiero por supuesto al blindaje de protección antes señalado, en que el ex alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro se habría convertido para el munícipe mazatleco Luis Guillermo Benítez Torres.

Es Innegable que la destitución como alcalde de Culiacán de que fue objeto Jesús Estrada Ferreiro, coloca al gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, lo mismo que al Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como al líder nacional de MORENA Mario Delgado, en una tesitura muy complicada.

Sí, complicada para ellos, pero de muy alto beneficio para el Químico Benítez y su influyente banda de socios y camaradas, quienes gracias al desafuero de Estrada Ferreiro estarían sorteando la tormenta política que los está azotando.

Muy interesante sería escuchar la opinión del ex alcalde “culichi” Jesús Estrada Ferreiro, respecto a lo que pareciera ser su triste destino político; Es decir, terminar fungiendo como el “escudo de protección” del polémico “Químico” Benítez.

Estrada sería para el “Químico”, algo así como el chaleco de mayas que tantas veces le salvó la vida a Porfirio Cadena, el legendario ojo de vidrio— ¿Qué cosas no?… Nos veremos enseguidita.

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Armando Ojeda
Armando Ojeda

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