Los preparativos para lo que será la guerra política del 2024 están en marcha; Las trincheras se están montando y los contendientes empiezan a formarse en sus filas.
Las estrategias de ataque y contra ataque a desplegar desde los cuarteles de lucha, se encuentran también en el proceso de diseño.
Y aunque, los estrategas de los distintos bandos tratan de permanecer tranquilos y actuar de manera mesurada, sus tropas no pueden ser controladas en el fervor y apasionamiento que los embarga; Lo hemos observado antes, y lo acabamos de ver en las convenciones de MORENA.
Hoy en día estamos viendo dos tipos de violencia política; La interpartidista, como una nueva versión de las controversias y desacuerdos entre miembros del mismo Partido.
Y por otro lado la violencia tradicional, es decir, la que normalmente se presenta entre bandos políticos opositores, la cual, por supuesto, es pan de todos los hornos y lágrimas de todos los ojos.
Respecto a la violencia interpartidista, se puede pensar que ésta se presenta en mayor grado dentro de las filas de MORENA, donde se ha alentado la idea de ser un Partido de puros Generales.
Ahí nadie se considera un soldado del Partido; La militancia de a pie no tiene cabida en el Regeneración Nacional.
Todos se consideran elementos de peso en la lucha política, por lo que nadie quiere dormirse en sus laureles, y dejarle un espacio a su correligionario; Ese, podría ser uno de los grandes problemas de MORENA.
Sabedores quizá de esa situación, los frentes de batalla opositora, están ya acondicionando su artillería y alineando sus respectivas
tropas para atacar los flancos débiles de los leales a la 4t.
Pero MORENA lo sabe y entiende, por lo que, dentro de esa dinámica política, desde todos los flancos se han alertado los verdaderos “generales”, quienes se preparan ya, para librar la gran lucha por el control del poder presidencial de México.
Unos, es decir, lo que hoy ostentan el poder, querrán permanecer en los mandos, mientras los grupos adversarios buscarán arrebatarles el privilegio demandar.
En esa tesitura, MORENA y su “general”, Andrés Manuel López Obrador, saben que no obstante contar con las mejores armas y herramientas tácticas para vencer a los adversarios, no se pueden confiar.
Saben, que el enemigo de la llamada 4T es habilidoso, y experto en el arte de pelear a muerte, máxime cuando están de por medio el poder y el dinero, como lo estará en el 2024.
Si, poder y dinero, los imanes que atraen a propios y extraños, máxime cuando ya los han disfrutado en el ámbito nacional por largos años, como es el caso del PRI-PAN.
Por esa razón, y porque el frente de MORENA sabe de la peligrosidad de los adversarios, es que han tomado la acertada decisión de conformar, uniformar y ordenar a sus hasta hoy múltiples, pero dispersos “soldados”.
La asamblea nacional para la elección de su Consejo político Nacional celebrada apenas el pasado fin de semana, nos entrega la evidencia más clara de la estrategia morenista para concentrar e identificar su fuerza real.
SE INFILTRA EL ENEMIGO EN LAS FILAS DE MORENA.
No cabe duda, la estrategia del Partido de Regeneración Nacional, de darle vida a su estructura partidista, en aras de conocer su padrón de afiliados con el que habrá de operar en las elecciones por venir, es excelente.
Sin embargo, lo que MORENA no previó, fue, que por su afán de venderse a la opinión pública como un ente político democrático y abierto a todas las expresiones sociales, dejó también abierta la puerta de su “corral” y se le coló ganado extraño y peligroso para su lucha.
Para nadie es un secreto que en el padrón, no solo de afiliados a MORENA, sino en su propio CONSEJO NACIONAL, contará con enemigos infiltrados.
Simpatizantes y militantes, disfrazados unos, y dando la cara sin rubor otros, pero pertenecientes todos a otras siglas políticas como PRI-PAN-PRD-MC- y de manera más visible del Partido Sinaloense-PAS- fueron electos consejeros de Regeneración Nacional.
Ahí estuvo el gran error de quienes diseñaron la democrática, abierta, incluyente, pero riesgosa convocatoria de MORENA para la celebración de sus asambleas nacionales.
Con el perdón de la peyorativa comparación, pero la realidad es que, tras la celebración de la polémica asamblea morenista, “su cueva” se llenó de lobos y diversas alimañas predispuestas para morder sus entrañas.
Mi hipótesis sería que, “Los Caballos de Troya” fueron enviados por líderes opositores a Morena, no solo para tener influencia al interior de su órgano rector, sino también para vigilar, trastocar, y actuar en contra de acciones y decisiones que desde esa línea política pretendan implementar.
RECHAZA MARIO DELGADO FILTRACIONES
Precisamente ayer, el líder nacional de Morena Mario Martín Delgado Carrillo, aseguró que no permitirá que vicios de otros partidos políticos se filtren en su movimiento.
Se refería por supuesto Don Mario, al citado acontecimiento ocurrido durante la reciente celebración de su asamblea nacional para la elección de su consejo político en donde presuntos militantes de Morena se dieron con todo.
Consideró Delgado Carrillo que las broncas o malas prácticas registradas durante la elección interna de su Partido, nada tienen que ver con su movimiento.
¿O sea, el señor trata de insinuar, que los rijosos no tuvieron que ver con su movimiento?… ¿Entonces, quienes fueron los peleoneros y peleoneras que se desgreñaron, patearon y cachetearon en los videos que se difundieron en las redes sociales?.
Por cierto, no es solo la voz de Mario Delgado la que se ha elevado para rechazar a los infiltrados de otros partidos al Consejo político de MORENA.
Son muchas las voces que al interior de ese movimiento se están pronunciando para que la elección se impugne en aras de depurar ese consejo a todas luces multicolor… Si no lo hacen así, los costos políticos podrían verlos a corto plazo…. Nos vemos enseguidita.
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