Fax del Fax

Deshojando la margarita de la diplomacia

Donald Trump tronaba los dedos y a la carrera llegaba Andrés Manuel a donde era requerido por el hombre más poderoso del mundo.
Joe Biden sigue teniendo el mismo poder, sin embargo, sus maneras son finas y en ocasiones hasta parece mostrar debilidad de carácter.
Estamos en el umbral de lo que parece ser una verdadera catástrofe en materia de relaciones diplomáticas y está siendo provocada por el presidente de México.
La cumbre de las Américas nos dará idea de quién es quién y podremos sacar nuestras conclusiones a futuro.
Si Andrés Manuel no asiste, generará la mala voluntad del presidente de los Estados Unidos de Norte América y seremos los mexicanos los que pagaremos el capricho de nuestro mandatario.
Si asiste, se dirá que la voluntad de Andrés Manuel se doblegó ante las presiones que nos llegan de allende las fronteras.
La DEA ya tiene abierto expediente sobre el comportamiento de nuestra máxima autoridad con los jefes de los diferentes carteles de la delincuencia organizada.
No es asunto que pueda hacerse a un lado.
Andrés Manuel López Obrador sigue siendo su propio verdugo con sus dichos en las mañaneras y su nulo combate a los que asesinan impunemente y trafican con la droga al País de Joe Biden.
En estos momentos la margarita se quedó sin pétalos y luce un tallo pelón y sin gracia para el que lo exhibe.
Ya está deshojada la flor.
“Ser o no ser”
Los ciudadanos mexicanos aguardamos expectantes, para saber el final de esta tragedia griega en tierras de México y Estados Unidos.
No quiero adelantar vísperas.
No tengo duda del poder que tiene Joe Biden.
Pero conozco la tozudez del Tabasqueño y dueño del rancho La Chingada.
El asunto diplomático puede ser subido a las casas de apuesta de Las Vegas. En las siguientes horas sabríamos la proporción de ganancia si nos cargamos a Biden o López Obrador.
La diplomacia es la que está en juego.
México lindo y querido, se encuentra bailando en la cuerda floja y todo por la cerrazón de nuestro “admirado presidente”.
Marcelo Ebrard se encuentra en un trilema.
Asume la postura de López Obrador, se carga al rumbo de Biden, o se lava las manos como cualquier Poncio Pilatos bíblico.
No es fácil manejar la diplomacia en tiempos de la cuarta transformación.
Un remedo de Dictador impide las soluciones convenientes.
Se rompen formas y vuelan chiras a diestra y siniestra.
Así escogió ser nuestro gobierno. El pueblo de nuestro País es el que sentirá los golpes del que tiene el garrote en mano.
Diplomacia de rancho, de aquí para allá.
Truenos de alto impacto, de allá para acá.
Hasta mañana.
J. Humberto Cossío R.

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