Sobre el Camino

La educación en México

Toda educación tiene detrás un sistema de ideas sobre el ser humano, el conocimiento, la ética.

Es imposible que la educación sea neutral, y quien defiende que debe serlo lo que está diciendo es que nadie debe rendir cuentas de ella, que las personas que producen esta forma de educación se vuelven invisibles cuando dicen que es neutral. Por lo tanto, no puedes identificar los procesos ideológicos, políticos, de poder. 

 

Hace algunos días, un grupo amplio y diverso de académicos de reconocido prestigio firmaron un desplegado que se publicó en la versión impresa del diario La Razón en el que cuestionaban la propuesta de nuevos programas de estudio (PPE) de la SEP para la educación básica por considerar que abandona los elementos que debe contener una educación moderna por “planteamientos ideologizados y sin diagnóstico serio de por medio”. 

 

Un amigo publicó en su muro de Facebook una nota periodística sobre este manifiesto, planteando que era un elemento más para el diálogo sobre este cambio fundamental de modelo educativo y de planes y programas de estudio y solicitando si alguien podría compartirle el texto publicado y firmado por este grupo, para poder analizarlo con detalle. Como me pareció pertinente su llamado, lo compartí tal cual en mi propio muro.

En el contexto de polarización creciente y desbordada que vivimos hoy en el país, esta publicación se llenó de comentarios que asumían -muy probablemente sin haberlo leído- el pronunciamiento al que se hacía alusión y despotricaban contra el Presidente y esta propuesta de cambio en el sistema educativo y muchos otros -que probablemente también sin conocer el desplegado- afirmaban que el proyecto educativo del llamado período neoliberal -cualquier cosa que esto signifique- tenía también detrás una carga ideológica y defendían la propuesta de los nuevos PPE.

Por esta razón me parece pertinente dedicar el espacio de hoy para hacer algunos planteamientos generales sobre este tema de la ideologización de la educación y de la supuesta neutralidad de algunos modelos educativos.

En primer lugar, si asumimos la definición del término ideología que aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que dice a la letra que es un “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad, época, de un movimiento cultural, religioso o político…” tendremos que estar de acuerdo con la cita de Giroux que aparece como epígrafe en este artículo y afirmar que es imposible que la educación sea neutral puesto que en todo modelo educativo hay detrás un conjunto de ideas que constituyen el pensamiento de una sociedad o bien, como sucede generalmente, del movimiento político y los grupos que tienen el poder.

Sin embargo, asumiendo que todo modelo educativo tiene detrás este conjunto de ideas, el tema a debate está en primer lugar en qué tan rigurosas, profundas y bien fundamentadas están las ideas y perspectivas que están detrás de determinada propuesta de educación.

Sin duda los académicos que firmaron el desplegado en cuestión no ignoran ni mucho menos pretende ocultar esta no neutralidad de todo proyecto educativo. Lo que están cuestionando al hablar de que los nuevos PPE están basados en “planteamientos ideologizados y sin diagnóstico serio” es precisamente la falta de rigor, profundidad y sustento en diagnósticos e investigaciones sólidas de las perspectivas que están detrás de la nueva propuesta.

El mismo diccionario de la RAE define el término ideologizado como algo que está “impregnado de cierta ideología”, lo cual es muy distinto a una fundamentación teórica, antropológica, ética, social y pedagógica de carácter especializado.

GOTITAS DE AGUA: 

 

Lo anterior puede aclarar el debate en torno al sentido de la crítica sobre el sustento base desde el cual se están construyendo los nuevos PPE para la educación básica. Por lo que sabemos hasta ahora, por el perfil del director General de Materiales Educativos de la SEP, quien a falta una secretaría consistente y creíble está encabezando este proceso, sí parece que el sustento, el sistema de ideas en el que se basa este modelo no tienen el rigor filosófico y pedagógico necesarios para construir el modelo educativo y los planes y programas que la educación básica necesita con urgencia.

Esto demuestra también la ideologización -en el sentido negativo del término- sobre la que se basa la nueva propuesta al descalificar el conocimiento especializado e ignorar la complejidad del proceso educativo que requiere de aproximaciones interdisciplinarias de investigadores y teóricos, diseñadores curriculares, expertos en política educativa y también los docentes y directores para poder construir una propuesta consistente.

En suma, no hay educación neutral, toda educación tiene detrás un sistema de ideas sobre el ser humano, el conocimiento, la ética, la sociedad y concepciones sobre lo que es educar, enseñar, aprender y sobre el estudiante y el docente. Sin embargo, estas ideas pueden ser más o menos profundas, rigurosas, consistentes y abiertas al debate y la crítica y en el caso de esta propuesta, parece que estamos efectivamente ante un modelo basado en una ideologización, en la repetición acrítica y sin argumentos de una serie de ideas que parecen salidas de un manual.

Podría señalar centenares de problemas sociales que el modelo neoliberal, meritocrático, conductista, punitivo, patriarcal, racista, competencial, eurocéntrico, colonial, inhumano y clasista ha generado. Si algo diferencia un sustento serio de uno ideologizado es sin duda, la cantidad de adjetivos“Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

 

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Benjamín Bojórquez Olea

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