Punta de Lanza

Águilas y serpientes… ¿el retrato de México?

Nuestro glorioso himno nacional, todos lo sabemos, representa uno de los tres grandes símbolos patrios del pueblo de México; Los otros dos, son el escudo, y la Bandera nacional.

El emblemático cántico, ha sido entonado desde el año 1854, aunque oficializado en 1943 por un decreto del entonces Presidente de la República Manuel Ávila Camacho.

Pero necesario es decirlo, fue el Presidente mexicano, considerado “el mejor vendedor” Antonio López de Santa Anna, quien en 1853 lanzara una convocatoria pública para desarrollar y dar vida a lo que sería un símbolo patrio.

La idea era, motivar y alentar el orgullo nacionalista del pueblo mexicano; La convocatoria, exigía un escrito musicalizado.

Y es que Santa Anna, en esos tiempos había entregado casi la mitad del territorio mexicano al gobierno de los Estados Unidos, ocasionando el malestar y un gran disgusto de los mexicanos.

Era de tal modo urgente buscar un mecanismo que motivara el nacionalismo, el fervor patrio, y alentara la recuperación de la resquebrajada unidad que prevalecía entre el humillado pueblo mexicano.

Y surge entonces el Himno Nacional, quizá el más bélico, pero a la vez, el más bello y motivador del mundo.

La brillantez de dos grandes talentos se mezclaron y lograron el éxito buscado; Un poeta y un Músico, inscribieron y perpetuaron así sus nombres en nuestra historia.

Nadie lo ignora, pero lo expreso una vez más; FRANCISCO GONZÁLEZ BOCANEGRA y JAIME NUNÓ fueron los personajes que finalmente obsequiaron a los mexicanos, la letra y música de nuestro gran tesoro nacional.

La historia, suscribe, que inicialmente el poeta de origen Potosino se negaba a participar en la convocatoria para escribir la letra, sin embargo, su novia y prometida para matrimonio, Guadalupe González Villalpando lo encerró bajo llave en una habitación para que se inspirara y escribiera los versos del importante concurso.

Lo que la historia no relata, es si “Lupita” la novia del poeta, para inspirarlo mejor, se quedó encerrada con el hombre en la habitación, pero lo que si trascendió, fue que “Pancho” en poco menos de 4 horas mostró a su amada las históricas estrofas.

Pero hacía falta musicalizar los versos, por lo que se convocó a los mejores filarmónicos de la época a participar en el concurso de esa rama de la cultura universal.

Se inscribieron 17 competidores, pero, la elección de la obra musical fue la propuesta presentada por el Español Don Jaime Nunó.

Muchos fueron los mexicanos que renegaron y se opusieron a que la musicalización del himno nacional mexicano fuera producto del intelecto de un extranjero, sin embargo las protestas no prosperaron.

Y así, un 15 de Septiembre de 1854 el himno ya terminado se estrenó en el entonces teatro Santa Anna de la ciudad de México.
Al día siguiente, en lo que fueron los festejos del 44 aniversario de la independencia, y por ordenamiento presidencial se entonó por vez primera en todo el País.

El gran objetivo de López de Santa Anna de otorgar a los mexicanos un instrumento que viniera a fomentar la unidad y el amor patrio tan lacerado en aquel momento, se había cumplido.

HOY DE NUEVO LA UNIDAD DE MEXICO ESTA EN CRISIS.

Sin duda, todos los que amablemente dieron lectura al breve pasaje histórico de nuestra vida política, se preguntarán la razón de tal exposición.

Mi respuesta es sencilla, práctica, y directa; Hoy, a 168 años de distancia, observo en nuestro País, una delicada y peligrosa polarización social.

Discrepancias de carácter más político, que social, empresarial o cultural nos están llevando al basurero del odio, del rencor, los celos, la envidia, de la avaricia y tantas otras reacciones humanas, que a nada positivo nos llevan.

Mexicano contra mexicano; Hombre contra hombre y mujer contra mujer, aunque también masculinos contra femeninas, atacándonos unos a otros, de manera agresiva a través de todos los medios de comunicación posibles.

Dos Méxicos aparentemente distintos. Dos Países en donde el odio corre veloz de boca en boca en busca de golpear la integridad del que no piensa como nosotros.

La razón y la verdad, han sido tomadas como una especie de rehén político por los grupos que se autoproclaman ser sus dueños absolutos.

Una verdad y una razón monopolizadas por mexicanos aparentemente extremistas, que las utilizan como herramienta para golpear a quien piense diferente.

Finalmente diré, que, si Antonio López de Santa Anna, con una gran astucia y habilidad política ideó la creación de nuestro himno Nacional como herramienta para recuperar la deteriorada y maltrecha unidad entre los mexicanos, algo se podría intentar hoy que estamos, otra vez ante una histórica división social.

El símbolo Patrio, nos sigue identificando; Nos une y hermana como mexicanos y como nación, sin embargo, hoy no pareciera ser suficiente,

Necesitamos algo más para rescatar esos valores que cada día se esfuman lastimosamente en el espacio de las confrontaciones.

Nos es altamente imperativo no perder esa esencia de mexicanos solidarios y humanistas, que el mundo nos reconoce, nos aplaude y que a nosotros nos causa gran orgullo.

La pregunta necesaria que nunca falta sería; ¿Qué hacer para que el encono y las discrepancias entre mexicanos, entren en una pausa de conciliación y armonía social?… El Himno Nacional ya hizo lo suyo hace muchos años.

Hoy vivimos otros tiempos… Es otra época distinta… ¿Qué hacer?… Se aceptan sugerencias…Nos vemos enseguidita.

Armando Ojeda
Armando Ojeda

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