Rochistas o no Rochistas se espantaron ante la posibilidad de que la nieta del gobernador hubiera sufrido un daño.
Es el peligro que corremos los sinaloenses y la familia de Rubén Rocha Moya tampoco escapa.
Damos gracias a Dios que resultó ilesa la criatura.
Se habla de un posible secuestro.
No resulta creíble la versión de que iban por la camioneta y la dejaron hecha pedazos disparándole de frente.
Pudiera ser que el ataque se tratara de matar a los agentes.
Eso estaría más cerca de una versión verdadera.
Robo de vehículo es un absurdo.
A mí lo que me importa es que no sufrió daño la niña.
Es un ser humano como cualquiera de nuestros hijos o nietos y no queremos que se conviertan en víctimas directas o colaterales.
Gerardo Vargas Landeros mostró su calidad humana y le envió un mensaje al gobernador de solidaridad espiritual.
Se olvidó Gerardo de las rencillas y le aplaudimos el gesto.
Jamás he conversado con Rocha Moya.
Tampoco con la mamá de la niña.
Pero sentí una dolorosa punzada al imaginarme sus miedos y el daño mental por lo ocurrido.
Muchos cuidados psicológicos se le tendrán que dar.
Los miedos la perseguirán por muchos años.
El mismo gobernador debe estar hecho pedazos en su ánimo.
Es sangre de su sangre y muy querida por cierto.
Yo estoy horrorizado.
Ni la familia del gobernador se encuentra a salvo.
Dejo a un lado las políticas gubernamentales.
Es la sensibilidad de un hombre de familia el que esto escribe.
Una pequeña ante el fragor de las balas.
Sicarios que han perdido la humanidad y no les importa acabar con el que se les ponga enfrente.
No escribo de la nieta de un gobernador.
Escribo de una inocente criatura que sufrió el terror.
Indefensa la niña y Dios la protegió.
Es una criatura bendecida sin importar de quién sea hija o nieta.
No quiero jamás estar en las suelas de los zapatos de Rubén Rocha Moya.
Debe estar meditando sobre lo ocurrido.
Con los temores de un abuelo.
Despojado de su investidura de gobernador.
Abuelo y nieta.
Nieta y abuelo.
Gracias Señor por darle otra oportunidad a esa niña.
Estamos en riesgo todos los sinaloenses.
La guerra de Chapitos y Mayos es terrible.
Nadie a salvo.
Hasta mañana.
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