Ante el conocimiento de por lo menos tres amparos, la pregunta es obligada: ¿AMLO y sus hijos ya no confían en Claudia Sheinbaum?
El escándalo comenzó ayer temprano y la reacción fue muy tardía.
Andrés Manuel López Beltrán negó que él y su hermano Gonzalo hayan tramitado amparos contra posibles órdenes de aprehensión.
Un comunicado publicado en twitter, no en su cuenta sino dado a conocer por la dirigente nacional morenista Luisa María Alcalde.
Un desmentido que deja algunas dudas, con detalles que se deben tomar en cuenta.
Muy raro el anuncio de que “renunciamos tajantemente a dicho trámite”, y que “no se trata de un solo trámite, sino de muchos realizados en varios juzgados”.
No es negación completa del trámite, sino renuncia.
Precisemos que se conocen por lo menos tres amparos en Zacatecas, Tabasco y la Ciudad de México.
En cada caso se mostraron documentos sobre la recepción de cada solicitud de amparo, y en el caso de Zacatecas la protección de la justicia federal en contra de cualquier posible orden de aprehensión.
El hijo consentido del expresidente acusa que se trata de montajes orquestados por “el hampa del periodismo”.
Se están haciendo famosos otra vez los complots opositores.
El problema es que resulta difícil entender que esas solicitudes de amparo sean inventos.
Inexplicable, por decir lo menos, con un poder judicial controlado casi completamente por el gobierno.
Esos supuestos montajes debieron ser conocidos con tiempo, y para su continuidad seguramente contaron con la venia de los altos mandos en la Suprema Corte de Justicia del Acordeón.
No son, entonces, inventos del hampa del periodismo.
Ahí están los documentos oficiales de cada uno de los tres juzgados, con su número de expediente y en las páginas web de la suprema corte.
Los robos del huachicol fiscal son una papa ardiendo que parece quemar casi todo en la cuarta transformación.
La presidente Claudia Sheinbaum Pardo parece decidida a que se investigue a fondo.
No sería una voluntad personal, sino exigencia de sí o sí de parte del gobierno de los Estados Unidos.
Sucedió el pasado 3 de septiembre durante la reunión que Marco Rubio, secretario de estado norteamericano, sostuvo con la primera mandataria mexicana.
Casi inmediatamente después comenzó a tronar con fuerza el escándalo.
El líder del cartel de “La barredora”, Hernán Bermúdez Requena, fue detenido en Paraguay, y ayer fue expulsado para su traslado a nuestro país.
Temen que comience a “cantar”, y por eso las solicitudes de amparo de los hijos de AMLO y de otros implicados en el robo de combustible.
La lógica indicaría que López Obrador le perdió la confianza a su marioneta, y teme por sus hijos.
O que aquí sí se trata de todo un montaje del gobierno y de los jueces para declarar luego la inocencia de los señalados.
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