Erase un presidente municipal, de un país del mundo, que contando con la aprobación de la inmensa mayoría de los ciudadanos, fue despojado del cargo y en su lugar metieron al que resulta ser el más cómodo.
Se ha defendido utilizando los juicios de amparo para quitarse de encima la pesada carga de las acusaciones penales.
Los meses han pasado y lo mantienen alejado de las jugadas más elevadas de la política de su estado.
En ese país se dan los gritos de independencia. El presidente que la gente quiere que gobierne su municipio y lance las arengas los 15 de septiembre, no puede hacerlo porque le robaron el grito.
No sean mal pensados, no hablo de Ahome.
“O sí”.
Recuerden que hay otros dos Presidentes municipales que corrieron la misma suerte y hasta la fecha, a uno de ellos lo persiguen sin piedad.
Son dos en el mismo caso.
Al otro medio lo perdonaron para que callara boca.
Recuerden que los jefes de Estado tienen el garrote en la mano.
La majagua, diría Malova.
Y pegan directo en la nuca.
PENSABA UTILIZAR MI CAMIONETA.
Llegaba de un negocio y encuentro a mi vecino desencajado.
Salía de su casa y pistola en mano lo despojaron de su unidad 2026.
No quiero pasar por las mismas.
Mi corazón no es de mucha resistencia.
Tendré mucho cuidado.
Delincuentes a la puerta de nuestras casas.
¿Será por la sequía?
Yo creo que no, ha llovido macizo.
Gracias señora Sheinbaum por darnos tanta tranquilidad.
A PROPOSITO DE MALOVA
Estuve en Los mochis y tuvo la gentileza de invitar a un servidor y al Doctor Guadalupe Davison a una opípara comida en El Bronco.
Se consumieron cabrerías, Ribs, tripitas, frijolitos refritos, un par de cervezas y un carajillo.
Quedamos comprometidos con Malova para ser nosotros los que invitemos la siguiente.
Gracias Mario, la pasamos estupendamente y de nuevo lo haremos.
Para concluir, debo de decirles que caminamos toda la ciudad de mañana y ya tarde y todo es tranquilidad.
Así dejó el municipio Gerardo Vargas Landeros.
Hasta mañana.
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