Porque es verdad a la vista de todos, le urge un antidoping a la mafufa Claudia Sheinbaum.
Han sido interminables sus disparates tanto en las conferencias mañaneras como en eventos públicos.
Queda la duda si se trata solamente de tonterías, que ya es grave, o si sucede porque como muchos advertimos puede pasársela en estado inconveniente.
Borracha o drogada, para decirlo con precisión.
Es un tema muy serio y no debe tomarse a la ligera; ella admitió que antes consumió marihuana.
Aunque vengan los chairos llorones a quejarse de que incurro en violencia de género.
Que se le aplique un antidoping, pero con controles externos.
Es un sueño que no se cumplirá, porque hacerlo implicaría reconocer que la sospecha está a la vista de muchos.
Son muchas las estupideces de la chacha de palacio, pero abreviaremos con tres.
Cuántos memes provocó aquello de que para reducir el gasto en el consumo de electricidad, pues hay que consumir menos “luz”.
Recuerdo aquel video de un mexicano diciendo “qué tarado he sido que no había visto esa solución”.
Vino luego lo del problema que tiene el uso de energía solar, porque solo funciona cuando hay sol.
Dicho por una dizque científica, el chiste se cuenta solo.
Y como remate, la babosada de que “patria se escribe con A de mujer”.
Recuerdo a otro muy dado a las mafufadas, el gobernador Rubén Rocha y su “son cosas que pasan”.
Regresemos entonces a la petición inicial.
Un antidoping que nos diga si ha tenido consumos de sustancias que alteren su sentido y su conducta.
Si el resultado es negativo, no quedaría más que entender que a la señora presidente no le sube bien el agua al tinaco.
Y admítase o no, cualquiera de las dos razones resulta extremadamente preocupante porque se trata de quien se supone conduce los destinos de la nación.
DERRUMBÓ DE LA IZQUIERDA EN ELECCIÓN DE BOLIVIA
Qué buena noticia el estrepitoso fracaso del partido hasta ahora gobernante en Bolivia, tan amado por la cuarta transformación mexicana.
El Movimiento al Socialismo quedó en sexto lugar de la elección que ayer se celebró.
Tuvo apenas el 3.14 por ciento de los votos.
Llegó al poder hace veinte años, con Evo Morales.
La debacle es monumental, tras encuestas que pronosticaban resultados muy diferentes.
Se registró una enorme participación de los votantes, casi del ochenta por ciento.
Habrá segunda vuelta, con los dos aspirantes no izquierdosos que resultaron punteros y que no aparecían como los favoritos.
Imagine usted la frustración en la cuatroté, pues Nicolás Maduro también fue derrotado y cometieron ahí un descarado fraude electoral.
No son buenos momentos para la izquierda en América Latina, incluyendo a nuestro país.
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